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Obras Públicas garantiza que el túnel del acceso norte al puerto será seguro

La últimas tragedias escenificadas en los túneles alpinos de San Gotardo, de 16,9 kilómetros, y del Montblanc, de 11,7, que sumaron 11 muertos en octubre pasado y 39 en marzo de 1999, respectivamente, han levantado la alerta sobre las conexiones subterráneas por carretera en un momento en el que el Gobierno central y la Generalitat diseñan el que será el túnel para tráfico rodado más largo de la Comunidad, el acceso norte por carretera al puerto de Valencia. Obras Públicas afirma que, precisamente por planificarse en estos momentos, esta obra cumplirá los requisitos más exigentes de seguridad.

El Consell ya ha tomado nota en la ejecución de la Autovía Central (entre Xàtiva y Alicante) a la hora de duplicar el túnel de L'Ollería, obra que ha sufrido un incremento de 600 millones de pesetas para mejorar la seguridad. Pero el mayor reto es el que supondrá el mayor túnel de la Comunidad Valenciana para tráfico rodado (el Metro de Valencia suma muchas galerías). El acceso norte por carretera al puerto de Valencia está ahora en fase de información pública. El Ministerio de Fomento tiene previsto adjudicar los proyectos de construcción a finales de 2002. El acceso, tras desviarse de la N-221 (el acceso norte a Valencia desde la A-7), entrará en túnel en la ciudad de Valencia desde el límite de Alboraia, discurriendo en paralelo al túnel de la vía férrea Valencia-Barcelona. Luego, la galería tuerce en dirección al mar bajo la avenida de los Naranjos para luego discurrir en paralelo al mar hasta la puerta de Aduanas del puerto.

Salida en Aduanas

Aunque todavía hay que definir su circulación en el puerto de Valencia y de qué manera accederán los camiones al sur de puerto -en túnel o en puente a través de los muelles que cierran la dársena interior; o incluso circunvalando ésta-, todo apunta a que en la plaza de la Aduana ya habrá una salida para que los vehículos privados se separen del tráfico de mercancías antes de entrar al puerto. La obra es costosísima (más de 23.000 millones) y la inversión puede dispararse más dependiendo de cómo se solucione el tráfico en torno al proyecto del Balcón al Mar. Y en el coste, según el consejero de Obras Públicas, José Ramón García Antón, ya se incluirán las más modernas medidas de seguridad. Las señalizaciones, salidas de emergencia y, sobre todo, la separación del tráfico en cada sentido redundarán en minimizar la posibilidad de un accidente. García Antón afirma que habrá dos carriles por sentido aunque aún no se sabe si serán dos galerías separadas o sólo un túnel con un muro que separe ambas calzadas. Lo que no se permitirá es que dos camiones circulen en sentido contrario sin separación física, pues una colisión puede convertir estas infraestructuas en una trampa mortal.

Obras Públicas hará sugerencias para mejorar el proyecto. De momento, se negocia la posibilidad de hacer en Alboraia un gran nudo circulatorio bajo el puente que supera la vía férrea para mejorar el acceso al mar de ese municipio.

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