Yo sí viví la guerra

Yo, Mercedes (Mercedes Cabrera Orejas, carta publicada en este periódico el 2-12-01, Cómo quisiera...), yo, repito, sí viví la guerra y sus consecuencias, y no puedes imaginarte lo que supone para mí que tú, a tus 15 añitos, deduzcas con tanta clarividencia lo que supuso y lo que hoy debemos a aquellos hombres y mujeres y hasta niños que sufrieron, sufrimos en nuestras carnes, los horrores de aquella guerra y la cola de 40 años que arrastramos castrados políticamente y sin derecho a hablar y opinar.

Yo tengo hijos y nietos mayores que tú y, al menos algunos, aunque para mi satisfacción no todos, no tienen tan claro lo que supuso aquella guerra. Mas conozco a gente de 60 años abajo y algunos con mi edad y mayores que no saben o no recuerdan o no quieren recordar lo que fue aquello; por eso conforta ver que una niña de 15 años olisquee y dé en la diana al querer agradecer a tantos hombres y mujeres y niños que quedaron por el camino, se exiliaron o tuvieron que vivir bajo una dictadura férrea durante 40 largos años su situación de bienestar que hoy disfruta.

Gracias, Mercedes, porque tú ya lo has agradecido y lo estás agradeciendo.