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Barberá podrá adjudicar 'a dedo' las obras que no superen los 50 millones

El Ayuntamiento burla el concurso público

El Ayuntamiento de Valencia ha elevado a 300.506 euros (50 millones de pesetas) el tope de las adjudicaciones de contratos de obra a dedo a las empresas que gestionan el mantenimiento de la ciudad. La medida burla las advertencias del Tribunal de Cuentas en su último informe de fiscalización de la ejecución del presupuesto municipal y dinamita el tope de cinco millones para las adjudicaciones sin concurso que fija la ley de contratos del Estado.

Ocho grandes empresas, entre ellas la sociedad municipal AUMSA, se reparten las denominadas 'contratas globales' que adjudica el Ayuntamiento de Valencia para servicios de mantenimiento de los viales, alcantarillas, jardines, alumbrado o semáforos de la ciudad a cambio de una cantidad establecida que se revisa anualmente. Pero el gobierno municipal tiende a adjudicar a las mismas sociedades obras de diversa índole y cuantía al margen de concursos públicos sujetos a publicidad, transparencia y libre concurrencia.

Durante los primeros once meses del presente ejercicio, el Ayuntamiento de Valencia ha adjudicado a las siete empresas privadas que gestionan contratas globales obras por valor de unos 7.000 millones de pesetas, la mitad del presupuesto municipal de inversiones, de forma directa.

El último informe de fiscalización de la gestión municipal emitido el año pasado por el Tribunal de Cuentas demuestra que las adjudicaciones directas se arrastran desde hace años. El informe, correspondiente a 1996, denuncia que incluir como objeto de las contratas globales 'obras futuras a determinar' que se pagan al margen del 'importe alzado anual' establecido en los presupuestos constituye un 'sistema que vulnera los principios básicos de publicidad y concurrencia' y que 'favorece la predeterminación' de las decisiones municipales 'en perjuicio de otros licitadores y de ofertas más acordes con el objetivo a cumplir en cada obra concreta'.

El equipo de gobierno municipal ha redactado unas 'bases de ejecución' para el presupuesto de 2002 que eluden el fondo de la advertencia -que señala un procedimiento perverso- y multiplican por diez la cuantía de los contratos que se pueden adjudicar de manera directa sin convocar un concurso público.

Juan Soto, concejal socialista, denunció ayer que el equipo de gobierno ha optado por simular que se ajusta a las normas arrogándose la potestad de adjudicar a dedo obras hasta un importe de 50 millones de pesetas pero en realidad se limita a 'burlar la Ley de Contratos del Estado'.

'El problema no es de cuantía, sino de procedimiento', comentó Soto, para recordar que el Ayuntamiento de Valencia ha perdido casi 2.000 millones de pesetas en subvenciones de la Unión Europea por impedir la libre competencia.

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