La prisión Puerto I, excluida por la 'peligrosidad' de los internos
La prisión de Puerto I, en Puerto de Santa María (Cádiz), será de momento la única cárcel, de las administradas por el Estado, que se quedará fuera del programa de intercambio de jeringuillas diseñado por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, debido a la 'peligrosidad extrema' de los 280 reclusos allí internados.
Todos ellos están calificados por Instituciones Penitenciarias como reclusos de primer grado (extrema peligrosidad), y no sólo por las características de los delitos que les llevaron hasta la prisión, sino porque 'mantienen una inadaptación a la vida en el interior del centro'.
Al contrario que los presos de segundo grado (régimen ordinario), los más comunes en el conjunto de las cárceles españolas, los reclusos de Puerto I han protagonizado reyertas, agresiones a funcionarios, intentos de fugas o fugas consumadas.
El 27 de junio de 1989, más de 300 internos de esta prisión secuestraron y retuvieron a 14 funcionarios durante 20 horas, causaron numerosos daños en las instalaciones, y sólo depusieron su actitud tras ser difundido por radio, como exigían, un comunicado, en el que se consideraban 'víctimas de un exterminio infrahumano'.
El 2 de julio del mismo año, otros 20 reclusos del centro se autolesionaban tras ser introducidos en módulos de aislamiento. El 16 de mayo de 1999, dos funcionarios de prisiones recibieron heridas tras ser agredidos por uno de los internos del centro, y el pasado 6 junio de 2001, dos reclusos y un vigilante resultaron heridos al desatarse una reyerta en el patio de la prisión.
Por estos motivos, Instituciones Penitenciarias concede un trato más duro a los presos internados en esa prisión.
Si un preso de segundo grado puede permanecer en el patio, según el reglamento, desde las 9.30 hasta las 13.00 y después de comer desde las 16.00 hasta las 20.00, en la prisión de Puerto I las salidas al patio o para realizar actividades son mínimas, y los internos deben permanecer más tiempo en las celdas.
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