El Gobierno llama a la puerta del PSE para evitar la devolución de los presupuestos

El Ejecutivo va a intentar llegar a un acuerdo in extremis con el PSE para evitar que le devuelvan los presupuestos. Una negociación contra el reloj que tiene que resolverse antes del día 14, en que se debaten las enmiendas a la totalidad. Batasuna registró ayer la suya, y PP y PSE lo harán en breve. Los socialistas insisten en que sólo apoyarán los presupuestos si 'hay cambios radicales en la política del PNV y del Gobierno'. Por su parte, el portavoz del Ejecutivo, Josu Jon Imaz, reiteró que PSE y PP deberán explicar su alianza con Batasuna, si finalmente tumban el proyecto.

El Gobierno vasco es plenamente consciente de que el PSE es su única esperanza. Después de la euforia que sucedió a la victoria electoral del 13-M y de la conformación de un Gobierno plural con IU, la devolución de los presupuestos dejaría al Ejecutivo en una situación muy delicada. Le impediría desarrollar el programa con el que consiguieron el apoyo mayoritario de la sociedad y generaría una situación difícilmente sostenible, ya que serían los segundos presupuestos prorrogados consecutivamente. Este hecho podría dejar sin cobertura legal los recursos asignados al nuevo departamento que gestiona Izquierda Unida. Las últimas cuentas públicas que tuvo Euskadi fueron las de 2000, aprobadas con los votos de Euskal Herritarrok. Hoy por hoy, con el Gobierno en minoría, la devolución de las cuentas es la hipótesis más probable.

Por esta razón, Josu Jon Imaz se agarró ayer al clavo ardiendo del PSE y emplazó a sus dirigentes a que demuestren ante los presupuestos del País Vasco la misma responsabilidad que exhiben cuando se muestran dispuestos a apoyar las cuentas públicas de Vizcaya. Imaz aseguró que el Gobierno tiene voluntad de diálogo y dijo que espera lo mismo del PSE para consolidar un proceso de negociación cuyos primeros contactos ya se están produciendo. 'Primero tenemos que saber si lo que quieren es cortocircuitar el ámbito de relación con este Gobierno, pero por nuestra parte vamos a hacer lo posible por alcanzar acuerdos en torno a unos presupuestos con la componente social más pronunciada de la historia', dijo.

Muchos frentes

El departamento que dirige la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, está que echa humo. A la complicada negociación del Concierto Económico se le une la de los presupuestos. Y ambas se mueven en unos plazos similares. Para dentro de diez días deberá tener amarrado un acuerdo con el PSE, si no quiere arriesgarse a que el proyecto de presupuestos sea rechazado en el Parlamento. Y en torno al día 20 concluye el plazo para cerrar la negociación del nuevo Concierto e incluir su texto como enmienda en el proyecto de ley que establece preventivamente su prórroga por un año.

Zenarruzabeitia se enfrenta a los dos principales retos de la legislatura en un contexto de crispación el las relaciones con el Gobierno del Partido Popular y de divergencia profunda con los socialistas. Fuentes de la dirección del PSE reiteraron ayer que tanto el grupo parlamentario como la ejecutiva han adoptado la decisión de pedir la devolución de los presupuestos al Gobierno, aunque de momento la enmienda no está registrada en la Cámara vasca. 'Hay conversaciones para entrar al fondo de los presupuestos, pero les hemos trasladado que los presupuestos visten una política del lehendakari de carácter soberanista que no compartimos'. Aunque está dispuesto a negociar, el PSE exige 'un cambio radical en la política del PNV y del Gobierno'.

Al criterio de los socialistas se contrapone el de Batasuna. Su enmienda a la totalidad fue anunciada ayer con el argumento de que el proyecto del Gobierno es, a su juicio, un instrumento para consolidar el actual autonomismo frente a la construcción nacional. Aunque el Ejecutivo ha mantenido desde el mismo día de su constitución que no buscará alianzas con Batasuna, existían ciertas dudas, despejadas ayer, sobre la decisión de la Mesa Nacional. Por su parte, el Partido Popular ni siquiera se plantea negociar las cuentas.

La vicelehendakari anunció el día 6 de noviembre que su objetivo era arrancar al PSE el compromiso de no bloquear los presupuestos en el Parlamento. Sin embargo, el Gobierno no abrió una negociación a fondo como demandaban los socialistas. Los hechos ocurridos desde entonces no han favorecido el entendimiento. El 14 de ese mes PSE y PNV aproximaron sus posturas en torno a las cuentas provinciales en la Diputación de Vizcaya y se comprometieron a discutir a fondo las de Guipúzcoa. Sin embargo, unas declaraciones del portavoz del PNV, Joseba Egibar, que condicionaban el posible acuerdo en las cuentas de las diputaciones a que lo hubiera en las del Gobierno llevaron a los socialistas a dejar en suspenso los avances en Vizcaya y Guipúzcoa.

A su vez, el socialista Nicolás Redondo ratificó que habría enmienda a la totalidad contra las cuentas de Ibarretxe, una decisión que fue ratificada por la ejecutiva del PSE. Otra mala señal fue el rechazo del PSE a la oferta de los partidos del Gobierno para sentarse en la vicepresidencia de la comisión de autogobierno, constituida el 29 pasado.