Tala en El Pinar de Castellón
Estos días está aconteciendo una más de las etapas negras del respeto al medio ambiente en nuestra ciudad con la tala de más de 40 pinos del emblemático Pinar. Es un ejemplo más de la política arboricida practicada desde nuestras administraciones, pues la larga lista de atentados a nuestros escasos espacios verdes es continua: destrucción del arbolado de las plazas convirtiéndolas en una arquitectura dura de solares de cemento; tala de más de 30 plataneros del Mercat del Dilluns en la ampliación de la avenida del Mar; desaparición de los arbolados en las entradas de Castellón, tala de los pinos del Hospital Provincial para la construcción de un parking, ¡como no!; talado de dos hileras de plataneros en el paseo Ribalta; y un futuro muy negro para los pinos de la entrada a Castellón por el Hospital General, así como para los inmensos plataneros de la avenida Enrique Gimeno.
La lista es interminable, y no es más que el abuso que otorga el rodillo de la mayoría absoluta con la que cuentan en el Ayuntamiento. El desprecio y la burla hacia la ciudadanía se pone de manifiesto cuando hacen caso omiso a más de 12.000 firmas recogidas contra este nuevo caso de especulación. Estos fundamentalistas del cemento se llenarán de nuevo la boca de verde para en época de elecciones loar sus logros en materia de medio ambiente; y sus diarios afines y pseudotelevisiones agradecidas, omitirán estas noticias o las justificarán.
Son políticas equivocadas aquellas que entienden que el progreso es llenar de cemento y asfalto nuestra tierra a costa de un arbolado que 'carece de valor económico', como defendió el político de turno la tala de pinos del hospital.
Y no sirve como respuesta que es para la mejora de servicios, ni siquiera que se replantan. Hay que buscar fórmulas imaginativas para conservar el poco verde existente en la ciudad y siempre sumar, no restar.
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