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Crónica:FÚTBOL | 15ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Rayo pierde en Valladolid y se hunde un poco más

El fútbol está lleno de malos tópicos y el peor es que se juega mejor con 10 que con 11, pero ayer el Rayo se apuntó a la lista de quienes lo defienden porque el equipo madrileño se pasó casi una hora con 10 jugadores en el campo por la estúpida autoexpulsión del lateral Graf, que en 30 segundos hizo dos fuertes entradas por detrás y se fue al vestuario, y fue a partir de ese momento cuando los de Manzano desmintieron su posición de colistas en la clasificación, se acercaron al gol y pusieron un nudo en la garganta a los defensas rivales. Eso sí, la gasolina le duró al Rayo el rato que Eusebio se pasó en la banda calentando, porque desde que Moré le dio entrada el choque volvió a cambiar y el Valladolid se pudo dedicar, una vez pasado el susto, a agrandar la diferencia.

VALLADOLID 3| RAYO VALLECANO 1

Valladolid: Ricardo; Ricchetti, Tena, Peña, Santamaría (Chema, m. 46), Marcos; Fernando Sales, Jesús, Fernando; Cuathemoc (Turu Flores, m. 75) y Tote (Eusebio, m. 59). Rayo Vallecano: Lopetegui; Cota, De Quintana, Mainz, Graf; Peragón (Glaucio, m. 55), Helder, Quevedo (Alcázar, m. 41), Míchel; Baljic (Roy, m. 79) y Bolic. Goles: 1-0. M. 26. Marcos se escapa por la banda y Fernando aprovecha su pase. 2-0. M. 37. Fernando cabecea a la red un centro de Fernando Sales. 2-1. M. 45. Baljic recoge un balón suelto y empalmaa con la zurda. 3-1. M. 73. Chema remata en el área pequeña una jugada de Fernando Sales. Árbitro: Daudén Ibáñez. Expulsó a Graf (m. 34) por doble amonestación. Amonestó a Peña, Chema, Marcos, Míchel y Cota. Unos 12.000 espectadores en Zorrilla.

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La sosería con la que se movió el choque desde el inicio se rompió con el primer gol de Fernando. Todo lo que no había ocurrido hasta entonces se desparramó sobre el césped en un abrir y cerrar de ojos. Al gol siguió la citada expulsión de Graf, y sólo tres minutos después, el segundo tanto del Valladolid. Pero fue entonces cuando a los de Moré les afectó el mal de algunos equipos grandes, léase el Madrid, y se quedaron dormidos esperando el final del partido cuando todavía restaba casi una hora de fútbol.

El relajo fue tan grande que a Baljic le costó muy poco enganchar un balón suelto dentro del área y colocarlo entre las piernas de Ricardo y, de esa manera, volver a meter al Rayo en el partido justo antes del descanso. El tópico del gol psicológico también se presentó en Zorilla y el pecado del Valladolid se agrandó tanto en el inicio del segundo tiempo que terminó por no dar pie con bola.

El Rayo, en inferioridad númera, física y hasta mental, comenzó a sacar tajada del desconcierto de su rival y Gregorio Manzano pudo ver cómo resucitaba Baljic, que se había convertido en una pesadilla para la toda la banda derecha del Valladolid. De Quintana remató al palo y entonces Moré reaccionó. Eusebio entró en el campo, agarró el balón y no lo soltó hasta que su equipo alcanzó una ventaja más cómoda.

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