Hazañas alcohólicas
Tentaciones es un suplemento juvenil que este periódico publica los viernes y que acaba de cambiar formato y contenidos.
Su propio carácter y el público al que está destinado, mayoritariamente, lo sitúan como un modelo singular en el conjunto del periódico.
Es evidente que el estilo desenfadado, iconoclasta, a veces hasta provocador, son elementos propios de este producto que no por eso puede quedar al margen de las normas de estilo en las que se apoya el resto del periódico.
En el ejemplar del pasado viernes se incluyó un reportaje, titulado La noche en tus bolsillos, en el que se narraban las andanzas nocturnas de algunas pandillas de jóvenes en Sevilla, Vigo y Huesca.
Allí se cuenta cómo consumen alcohol, drogas y buscan sexo, según las habilidades de cada cual.
En Sevilla, los once elegidos para el reportaje ponen 700 pesetas cada uno 'para arrancar la noche con tres botellas de whisky y otras tantas de refresco de cola de dos litros'.
Las 2.30 de la madrugada.Después de que se han 'calentado con las copas, ahora empieza la noche'. También se cuenta que 'a las tres de la mañana vas cocidísimo' y que la botellona ofrece, entre otras ventajas, 'que bebes muy barato'.
En Vigo, la noche prosigue 'cociéndose', y uno de los protagonistas relata cómo consume 'alcohol, fariña, pastis, lo que haga falta'.
El salto hasta Aragón, en Huesca, arranca con una gracia en el mismo territorio de la nebulosa beoda: 'En Huesca no tenemos Rh negativo, sino JB positivo. Es una ciudad muy alcohólica', y se plantea una hipotética competición 'a ver quién bebe más'. Se añade que, 'además de alcohólica, Huesca es barata'.
Un espejo inquietante
En medio de este ambiente de efluvios alcohólicos y resacas severas, el reportaje ofrece retazos interesantes de los protagonistas y precios orientativos de una copa, un refresco, un concierto o un billete de autobús en cada ciudad visitada.
Además, incluye los datos del estudio de 1999 del Plan Nacional sobre Drogas, en el que se hace una distribución de gastos de los jóvenes durante el fin de semana, en los que la partida más importante está destinada a la droga.
El Defensor ha tenido la duda de si, además de lograr una inmersión muy cruda en la realidad de la noche juvenil española, el reportaje no supone una cierta exaltación de unas normas de conducta que abundan entre la población juvenil, pero que no están generalizadas ni aceptadas por la mayoría de la sociedad; una especie de hazañas alcohólicas, un espejo en el que los lectores más jóvenes pueden mirarse, sin el más leve contrapunto de advertencia sobre el peligro cierto del consumo de alcohol o de drogas.
Ana Alfageme, subjefa del suplemento Tentaciones, ha explicado al Defensor que sólo pretendían ofrecer un retrato de 'las costumbres de los jóvenes, en un reportaje sobre su estilo de vida', y anuncia que tienen previsto otro sobre las diversiones alternativas a la botellona que proponen a los jóvenes algunos ayuntamientos
'El objetivo de nuestro reportaje, Crónicas de noches tiradas', dice, 'era averiguar cuánto dinero se gastan los jóvenes que salen en tres ciudades españolas: una pequeña, otra mediana y una más grande. En la grande, Sevilla, escogimos una pandilla de 25 a 30 años, de clase media. En la mediana, Vigo, lo hicimos con jóvenes que rondan la treintena, que tuvieran mayor nivel adquisitivo. En Huesca, con los más pequeños, los de 20, con recursos económicos más escasos.
No les preguntamos si bebían, les acompañamos una noche para ver en qué gastaban su dinero. No pretendíamos hacer sociología, sino observar con ironía y humor lo que ocurrió durante aquellas horas.Creo, además, que el afán didáctico se escapa de los objetivos de un suplemento de ocio y entretenimiento, dirigido a gente entre 18 y 30 años. Nuestros pilares de información siguen siendo el cine y la música, algo que, como dicen las estadísticas, se cultiva menos que encontrarse con los amigos en los bares. En esta nueva etapa de Tentaciones hemos buscado incorporar reportajes que podríamos llamar de estilo de vida sobre el ocio juvenil. Nos pareció que una historia como ésta era una manera interesante para el joven de mezclar el ocio con una de sus principales preocupaciones, que es el dinero.
Por otro lado, es cierto que el panorama que dibujan los tres reporteros concuerda, crudamente, con los estudios'.
Alfageme ha proporcionado al Defensor los datos de un estudio del CIS-Instituto de la Juventud, sobre actividades de los jóvenes, que se manajeron para elaborar el reportaje, y en el que se ofrecen datos muy preocupantes sobre consumo de bebidas, frecuencia de sus salidas nocturnas o consumo de drogas.
Ésa es la realidad que se quiso trasladar . En cualquier caso, la nueva etapa del suplemento se inauguró con una fotografía en portada de la actriz Paz Vega en la que, ostensiblemente, bebe... agua. No es mal contrapunto para las estadísticas y para la realidad que se cuenta en el interior.
Lenguaje peyorativo
La última página del pasado jueves estuvo dedicada a contar cómo un tribunal francés obligó a indemnizar a un niño, con deficiencias mentales, porque el ginecólogo no advirtió a su madre de la posible malformación, impidiéndole el derecho al aborto terapéutico.
En primera edición y en la digital se hablaba de un niño 'mongólico'. En ediciones posteriores, el propio periódico advirtió lo inconveniente del término y cambió la página para incluir el término 'síndrome de Down'.
Antonio Jiménez, desde Madrid; Marcelino Matas, psicólogo, desde Oviedo, e Ignacio Gil, desde Valladolid, trasladaron sus quejas al Defensor. Baste decir que la protesta es tan razonable como que el periódico reaccionó, aunque relativamente tarde.
No se trata aquí de lenguaje políticamente correcto, sino de evitar un término que tiene claras connotaciones peyorativas para todo un colectivo de enfermos y familiares que exigen la máxima sensibilidad.
Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector por carta o correo electrónico (defensor@elpais.es), o telefonearle al número 91 337 78 36.
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