Herido de guerra

Los atentados del 11 de septiembre han dejado al sector turístico internacional en crisis, con una caída de las reservas a nivel global entre el 12% y 15% respecto al mismo periodo del año anterior, según datos de la Organización Mundial del Turismo. Ante el descenso de la demanda, la OMT reduce las previsiones de crecimiento para el año 2001 del 3,5% al 2,5%.

No acaban ahí las malas noticias. La OMT ha reducido las previsiones de crecimiento para el 2001 del 3,5% al 2,5% y estima que el crecimiento podría limitarse al 1% el año próximo. España, sin embargo, parece bien situada para afrontar las dificultades, y de acuerdo con Augusto Huéscar, jefe de investigación de la OMT, registró una subida del 2,7% en septiembre.

'El pastel puede ser más pequeño, pero España se percibe como un país seguro y conocido y eso nos beneficia en momentos de crisis política como ahora', afirma Juan José Güemes, secretario general de Turismo del Gobierno español. En ese ambiente a medio camino entre la incertidumbre y el pragmatismo se ha celebrado la Feria de Londres, una de las más importantes de un sector que parece herido de guerra.

Abierto a los negocios

Cerca de 5.000 profesionales de 171 países, incluido un fuerte contingente norteamericano, ha visitado las instalaciones del World Travel Market lanzando un claro mensaje al consumidor de que el 'turismo sigue abierto a los negocios'. 'La industria tiene confianza y es, al mismo tiempo, realista. Quiere demostrar que aunque hay dificultades en ciertas áreas, la fortaleza de la industria nos ayudará a seguir adelante', señala Fiona Jeffery, responsable de la feria.

'Nosotros nos veremos menos perjudicados y, si la economía no entra en recesión, podremos aprovechar las nuevas oportunidades', sostiene Xavier Civit, director general de Turismo de la Generalitat de Cataluña. El optimismo del Gobierno catalán se basa en las tendencias que se observan desde los atentados y el inicio de la guerra contra el terrorismo internacional. El transporte por carretera está desplazando al avión y el turista tiende a viajar dentro de su país o región geográfica. 'El mercado francés será muy importante para España, porque es un turista al que le da muy poca pereza coger el coche. La costa catalana tiene ahí una muy buena oportunidad', coincide Güelmes. Una alternativa que no vale para Baleares y Canarias, que viven de los viajes aéreos, pero que beneficia a la España peninsular.

La regionalización del turismo se aprecia también en América Latina. Marco Palacios, presidente de la Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo, anticipa una redistribución del tráfico que hasta la fecha partía en su mayoría a Europa y EE UU. 'Hay una tendencia a viajar dentro del país o de la región geográfica. En Argentina, a las cuatro semanas del atentado, se ha registrado un auge del turismo nacional y de los turistas procedentes de Chile, Uruguay y Brasil', señala. 'Las agencias de viaje', continúa Palacios, 'cumplen un papel muy importante en este momento. Son el equivalente al médico de cabecera y nuestro mensaje no ha variado: el avión es todavía el medio más seguro de viajar.

Tres factores enlazados -el miedo a volar, la incertidumbre sobre la extensión y localización del conflicto bélico y la recesión económica- empujan la crisis del sector. Los operadores turísticos están retrasando las reservas de plazas y piden flexibilidad a los hoteleros en un mensaje encubierto que anticipa una negociación a la baja para la próxima temporada.