Trabajo para la izquierda

Esta gran cosa se llama Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales, y la ha creado Aznar reuniendo otras varias y menores de su propio partido, para desarrollar el pensamiento liberal: él personalmente, que la presidirá cuando deje el Gobierno y le sustituya Mayor Oreja. Digo esta frase como 'entre paño y bola' para no insistir demasiado en un rumor que ya se sabe que no es noticia, pero que puede llegar a serlo. Como Aznar puede llegar a ser un pensador: ahora que su ministra Castillo denuncia a los rectores de las universidades por 'irresponsables', está claro que aquí hace falta pensamiento. La ventaja que tiene la derecha conservadora sobre la izquierda es que dispone de los pensadores de la anterior izquierda -como la misma Castillo- que están deseando puestos de pensadores. La izquierda antigua y presente está muy acostumbrada a pensar: era su fuerza, y Sartre lo decía con bastante claridad: 'L'esprit est a gauche'. Entiéndase bien que 'esprit' no es el santo, ni el de las bebidas espirituosas, sino la inteligencia. Es verdad que la historia de España en el siglo pasado es la de una grande, una enorme inteligencia de la izquierda que tuvo que huir o morir o callar: no le pasará más. Sus descendientes han sabido mutar a tiempo. 'No mudo si no mudan', decía una leyenda de veleta, para ser inocente. Y es verdad: si se tiene inteligencia, se puede emplear en creer lo que convenga creer a quien sopla fuerte y la detenta. ('Detentar: retener alguien lo que manifiestamente no le pertenece', Academia).

Una polémica se renueva siempre que hay movimientos políticos, económicos o de persecuciones, y es la de 'el arte por el arte', la literatura que no necesita compromiso, la inspiración del autor para mover el lenguaje y el servicio a la sociedad: sólo que ese instrumento puro puede servir a cualquier cosa. No estoy entrando en esa discusión, porque ya se han dicho todos los tópicos y no encuentro palabras diferentes para repetirlos: y, personalmente, no me voy a salvar. Lo que veo es que si Aznar crea una rica y poderosa fundación para pensar, la izquierda ofrecerá su inmensa capacidad para ese trabajo.