Tres dirigentes de UGT declaran por un supuesto fraude en cursos

Un dirigente de la UGT malagueña, otros dos que ostentaron cargos de responsabilidad entre los años 1997 y 2000, y el director de una academia de esta ciudad han sido llamados a declarar por el juez, acusados de falsificar firmas para 'inflar' cursos de formación y cobrar por más alumnos de los que en realidad existieron. Tras tomarle declaración entre hoy y mañana, el magistrado resolverá su situación procesal en la investigación que se sigue contra ellos por falsedad, apropiación indebida y malversación de fondos públicos.

Los acusados son el actual secretario provincial de la Federación de Servicios Públicos (FSP), Francisco Povedano; Fernando Caro, quien durante aquellos años ocupó la secretaría de formación de la federación; Rosa Sánchez, que le sucedió en ese cargo; y Rafael Rodríguez, ex director de la academia Sustrebla. Caro y Sánchez ya no tienen ninguna responsabilidad en el sindicato. En este caso también fue investigado José Miguel Frías, quien antecedió a Povedano al frente de la FSP, pero finalmente este dirigente quedó fuera de la lista de sospechosos.

La investigación de las presuntas irregularidades en el manejo de las subvenciones del FORCEM fue iniciada hace más de dos años a raíz de una denuncia presentada por Manos Limpias al fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Luis Portero, quien poco después fue asesinado por ETA. Tras investigar más de un año, la unidad de delitos económicos de la comisaría de Málaga concluyó que unos 300 alumnos negaron haber asistido a curso alguno o no reconocieron las firmas de asistencia como las suyas.

Tranquilo

Ayer Povedano se mostró tranquilo con la citación del juzgado: 'No he hecho nada y tampoco creo que el resto de los imputados haya cometido ninguna irregularidad. Confío en la justicia y espero que se acabe esta pesadilla'.

La investigación debe cuantificar los fondos supuestamente cobrados de más y el destino que se se le dio. Según el informe que la policía entregó en julio pasado al juzgado, había 'muchísimas irregularidades' en el manejo de los fondos de formación por parte de la FSP y 'ostensibles diferencias' entre las firmas de los alumnos que supuestamente asistieron a los cursos y las rúbricas de sus carnés.

Durante la investigación se ha constatado que basureros se capacitaron en control de calidad, que ningún alumno desistió antes o durante el curso, que se dieron clases en domingos y festivos, o que un mismo profesor impartió enseñanza el mismo día en localidades de la provincia muy alejadas entre sí. Para los investigadores, estas circunstancias 'parecen un intento de justificar las clases' a raíz de la pesquisas iniciadas después de que Portero diera traslado a la Fiscalía de Málaga de la denuncia de Manos Limpias.