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Reportaje:Aulas

Escuelas con butacas

Los teatros sevillanos acercan a los escolares a las artes escénicas, desde la ópera hasta la danza contemporánea

Margot Molina

Esas encuestas demoledoras de principios de los años ochenta en las que a la pregunta de '¿cuántas veces al año va usted al teatro?' la inmensa mayoría de los andaluces respondía una o ninguna, van a pasar a la historia. El público del futuro se está formando actualmente en las escuelas y la butaca va camino de convertirse en una asignatura más.

Los teatros sevillanos, sin seguir un plan trazado de antemano, han ido abriendo sus puertas a los más pequeños de una forma espontánea. No han sido necesarios acuerdos con la Consejería de Educación, de hecho no existen, para que casi todos los espacios escénicos de la capital andaluza faciliten la asistencia de los escolares con funciones especiales y descuentos en el precio de las entradas.

El teatro de la Maestranza, el Lope de Vega y el Central complementan la labor que, desde 1991, realiza la sala municipal Alameda, uno de los dos teatros públicos españoles que está dedicado exclusivamente a los niños.

'Cada año pasan por aquí más de 50.000 escolares que tienen desde tres a 14 años. Cuando tenemos la programación de la temporada la enviamos a 7.000 direcciones entre colegios y profesores y ellos nos van contestando y hacen las reservas de los espectáculo en función de las edades que recomendamos', explica Guadalupe Tempestini, directora del teatro Alameda.

'Ofrecemos espectáculos de mucha calidad, pero que también son lúdicos y pedagógicos. Se trata de que la obra sea formativa y sirva para crear un espectador con sentido crítico ante la vida', añade Tempestini. La sala Alameda, que depende del Ayuntamiento de Sevilla, programa esta temporada a 35 compañías que ofrecerán 200 representaciones. Las dos funciones de la mañana son para los grupos que vienen desde colegios, no sólo de Sevilla y su provincia, sino también de Huelva, Cádiz. Además, el domingo por la tarde el teatro abre sus puertas al público en general y muchos de los niños arrastran a sus padres a la obra que ya vieron con sus compañeros de clase.

José Luis Castro, actualmente director del teatro de la Maestranza, puso en marcha el teatro Alameda y antes, en 1985, había creado la otra sala pública dedicada a los más pequeños, el teatro Escalante de Valencia. El responsable del Maestranza es consciente de que el público no nace por generación espontánea y, el pasado año, ideó un nuevo programa para sus espectadores del futuro. La ópera y la escuela ha abierto el templo de la lírica andaluza a los chavales de entre cinco y 15 años con dos títulos al año. El pequeño deshollinador, de Britten, fue el primer título de esta iniciativa. La ópera, producida por el teatro de la Maestranza, contaba también con niños como intérpretes, y fue un éxito absoluto a juzgar por el entusiasmo del público. En total el año pasado asistieron al Maestranza 6.000 niños, los mismos que está previsto que acudan a los títulos que programarán del 3 al 5 de junio de 2002.

El teatro Lope de Vega, que depende del Ayuntamiento sevillano, inició en 1994 su política de apertura a los más jóvenes. 'Una vez que ha terminado la labor del teatro Alameda, nos toca el turno a nosotros. Nuestro público joven son estudiantes de institutos y universitarios y disfrutan de un 50% de descuento en las entradas', comenta Juan Víctor Rodríguez Yagüe, director del Lope de Vega.

'Nuestra política es que se mezclen con el público normal. Vienen más a las obras de teatro clásicas y a las que cuentan con actores que ellos conocen a través de la televisión', añade el director.

El teatro Central, el espacio que ofrece la programación más vanguardista de Andalucía y que depende de la Consejería de Cultura, hace funciones especiales para escolares desde 1996, además de tener un precio especial para estudiantes en grupo (800 pesetas) en todos sus espectáculos. Pero en el Central, la búsqueda de público va un poco más allá e intenta estimular al actor o bailarín que todo niño lleva dentro. 'Además de la función y siempre que los artistas acepten, los chicos mantienen un diálogo con el director y los actores del montaje. Son experiencias muy abiertas en las que, como ha ocurrido con los espectáculos de danza contemporánea de Ramón Oller, los niños han terminado bailando. Es muy bueno para ellos porque, de repente, pueden descubrir su vocación', comenta Manuel Llanes, coordinador del teatro Central.

Un exigente público de 7 años

Elena Sánchez acude regularmente al teatro desde hace tres temporadas. Aunque sólo tiene 7 años, esta espectadora avezada puede ofrecer una buena relación de las escenas que más le han gustado en toda la temporada. Además de ir con sus compañeros de clase del colegio Juan Ramón Jiménez de Sevilla, como lo hizo el pasado jueves para ver Las aventuras del Barón de Münchhausen en el teatro Alameda, Elena ha convencido a sus padres para que incorporen el teatro en la lista de ocio de la familia. 'Era muy bonito el país de los árboles, pero me gustó más El sueño de papel', dice la pequeña espectadora refiriéndose a otra de las obras que vio con su clase. 'Pero yo voy a ser enfermera, no actriz', aclara la Elena. El público que abarrotaba la sala del teatro Alameda para ver a la compañía catalana La Baldufa con su colorista montaje sobre el Barón de Münchhausen no superaba los ocho años y, a esa edad, confunden pateos con aplausos. Así que los pequeños mostraban su alegría tanto con las manos como con los pies. María del Carmen Cea, tiene 5 años y estudia en el colegio Valdés Leal. 'Si me gusta mucho el teatro, más que el cole. Vení una vez y otra vez', dice pensativa y haciendo recuento. Su compañera Claudia Escudero, también de 5 años, ya va centrando sus intereses. 'Lo más bonito son los trajes', asegura la niña cuyo objetivo en la vida, de momento, es 'ser modelo'.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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