La tecnología se resiste a calar en las aulas
Sólo el 20% de los profesores españoles usa Internet en el centro, una media de 20 minutos semanales
El uso educativo de las nuevas tecnologías no termina de aterrizar en los colegios e institutos españoles. Aunque la mayor parte de los centros públicos de primaria y secundaria disponen ya de conexión a Internet, su utilización es 'ínfima', según los expertos, y prácticamente en ninguna ocasión se produce dentro del aula. Principalmente, por dos razones: los ordenadores no están en las clases y la mayor parte de los docentes no ha recibido formación sobre cómo aplicarlas a su asignatura. Además, las nuevas generaciones están mucho más metidos en ellas que sus profesores.
Esta situación está está ya provocando, según los expertos, produndos cambios en los planteamientos pedagógicos que deben buscar una vía para conseguir que el profesor del futuro centre buena parte de su enseñanza en instruir a sus alumnos en cómo seleccionar y valorar los conocimientos que les llegan desde dentro y fuera de las aulas, utilizando además para ello las propias tecnologías con las que los estudiantes están tan familiarizados.
En los colegios sólo hay un ordenador conectado a la Red por cada 30 estudiantes
Actualmente, la asignatura de informática es optativa en la educación secundaria. Pero los expertos señalan que el ordenador debería utilizarse también en el resto de las asignaturas. Por ejemplo, en clase de Historia, los alumnos prodrían visitar el museo virtual de Tarragona. En Matemáticas, resolver desde el ordenador funciones y logaritmos con programas informáticos. En Filosofía, buscar documentación sobre los humanistas. Y en Ciencias Naturales, ver, con todo lujo de detalles, qué aspecto tienen las rocas y los minerales.
En España, el 94% de los centros de primaria y secundaria tiene conexiones a la Red. Pero sólo en el 71% de los colegios los alumnos tienen acceso a estos ordenadores (en el aula de informática en la mayor parte de los casos) y únicamente el 20% de los profesores lo utiliza, también en ese aula, sólo una media de 20 minutos a la semana. Estos datos se desprenden de último Eurobarómetro sobre del pasado octubre European youth into the digital age, elaborado por la Comisión Europea el pasado octubre. Los resultados señalan que España se encuentra a la cola de los países comunitarios en este campo. En la UE, el 89% de los centros están conectados a Internet, pero en el 80% de los casos los alumnos pueden utilizar estos ordenadores y el 36% de los profesores lleva a sus estudiantes al aula de informática.
El estudio, realizado entre 7.386 jefes de estudio y 9.479 profesores de primaria y secundaria de todos los países miembros, indica también que en las aulas españolas sólo hay un ordenador en el centro conectado a la Red por cada 30 estudiantes, mientras que la media en Europa es de 24 alumnos por conexión. Una dotación en todo caso 'insuficiente', según los expertos, que reiteran que no habrá una verdadera integración de la informática hasta que no haya un ordenador por alumno.
La aparición de las nuevas tecnologías en los centros comenzó en España hace cuatro años. El objetivo era conectar a Internet a todas las escuelas rurales de España (hasta 2000 se había implantado en más de 2.500 centros) y situar a estos colegios a la cabeza de un proceso de innovación marcado por las tecnologías. Era el principio del acercamiento de la educación a estas nuevas herramientas, que está siendo muy lento.
La nueva era que marca en la educación las nuevas tecnologías supone mucho más que saber manejar un ordenador. Como señala el estudio Learning to Change: ICT in schools, de la OCDE, de lo que se trata es de 'transformar radicalmente las estructuras y metodologías de aprendizaje'. El director del máster de nuevas tecnologías de la información en la UNED, Roberto Aparici, lo explica: 'Tener un ordenador en clase y saber cómo se enciende y se apaga no es suficiente. Lo importante es una alfabetización técnica. Pensar en otras formas de enseñar, entender qué significa el mundo tecnológico en el que estaremos inmersos en 2015'. 'Aprender a aprender', señalan otros. Es decir, 'que el profesor enseñe a los alumnos a buscar información, pero también a seleccionarla y organizarla', añade la profesora de la Facultad de Educación en la Universidad Complutense Carmen Alba.
El catedrático del departamento de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Pompeu Fabra, Francesc Pedró, explica que se trata de integrar la tecnología en el quehacer diario de la escuela: 'Que ésta se convierta en transparente. Y que el profesor se centre en la información que le proporciona y no en la herramienta en sí'. Pedró dice que es imprescindible 'cruzar esa frontera'. Pero para trasvasarla es necesario un amplio programa que parta de la la Administración.
Así lo afirmó la catedrática de Educación en la Universidad de Bristol Angela McFarlane -experta internacional en este tema- en unas jornadas organizadas por el Grupo Santillana en mayo pasado: 'Muchos creen, ingenuamente, que basta con introducir los ordenadores en las escuelas para que inmediatamente se produzca un éxito. Y el cambio debe empezar por las mismas políticas educativas y afectar sucesivamente a los profesores y alumnos'. Porque, como señalan los expertos, 'sin una nueva pedagogía, Internet por sí sola no puede hacer nada'. Por eso la preparación de los profesores es fundamental. Y hasta ahora las iniciativas de laa Administración y de las comunidades autónomas han sido insuficientes y muy dispersas. El reto es enseñar a los docentes los rudimentos de Internet (buscadores, imágenes, sonidos) y hacer un diseño educativo basado en él. Porque lo que está en juego es la motivación de los alumnos. Que estudien y lean más. Y, en este sentido, la tecnología puede hacer mucho. 'A los niños, las actividades relacionadas con el ordenador les resultan más atractivas que las que se basan en la lectura. Muchos rechazan una página escrita en papel, pero la leen sin problemas en la pantalla', explicó McFarlane. Pedró añade a esto que las nuevas herramientas permiten a los alumnos 'aprender más y mejor', ya que cada estudiante puede marcarse su ritmo. Por eso 'hay que poner el énfasis en los contenidos del material digital', añade. Un material que en algunos casos sustituirá al libro de texto y en otros casos, lo complementará.
El futuro de la educación está ligado a las nuevas tecnologías, advierten los expertos. Un futuro donde cada alumno disponga de un ordenador portátil, y el profesor utilice un proyector para reflejar en una gran pantalla una página de Internet. Las aulas de diferentes escuelas estarán además conectadas en tiempo real. Todo esto transformará el rol del profesor y del alumno, la relación entre ellos y la pedagogía. Según los expertos, el primer paso es que todos se mentalicen de que así será el futuro y de que cuanto antes empiecen a adaptarse a él, mejor.
Más cursos para los docentes
Según los expertos, la llave del éxito en la aplicación de las nuevas tecnologías en la educación la tienen los profesores. Por eso hay que hacer un esfuerzo en su preparación, ya sea de reciclaje en los centros de formación del profesorado o en las facultades de Educación. El objetivo es que a través de un proyecto global, que agrupe a todas las comunidades, se les enseñe a utilizar la informática, pero también su aplicación pedagógica. Según el Eurobarómetro de la Comisión Europea, el 20% de los profesores españoles usan ordenadores conectados a Internet en el centro una vez a la semana durante unos 20 minutos, mientras que la media europea asciende al 36% una vez a la semana durante una media hora. Las principales razones que argumentan para esta escasa utilización son que no hay ordenadores en el colegio (25%), no tienen acceso a Internet en el aula (23%), no lo consideran relevante (21%) y que el centro no dispone de acceso a Internet (18%). Aun así, la encuesta indica que el 63% de los docentes españoles reconoce que sabe utilizar el ordenador, que el 47% navega por Internet y que al resto, el 35%, no hace ni una cosa ni la otra. En general, más de la mitad de los profesores de la Unión Europea han aprendido a utilizar la informática y nueve de cada diez están convencidos de que Internet cambiará, antes o después, su manera de enseñar. Lo que significa, según el estudio, que una 'mayoría aplastante' está abierta a las nuevas tecnologías. Otra dificultad añadida, según los expertos, es que los profesores se encuentran constantemente con problemas técnicos que son incapaces de resolver. De ahí que sea preciso crear un servicio de asesoramiento en el mismo colegio, como ya existe en las empresas.
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