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El final del túnel

Las ventas y los beneficios de Marks & Spencer crecen en Gran Bretaña

Marks & Spencer, uno de los grandes almacenes más tradicionales del Reino Unido, empieza a ver la luz al final del túnel. La semana pasada ha anunciado los mejores resultados en mucho tiempo por su actividad en las islas, al tiempo que el grotesco cierre de tiendas puesto en marcha en el continente de la noche a la mañana empieza a tornarse en ventas a sus antiguos competidores, como El Corte Inglés en España o las Galleries Lafayette en Francia.

Los números difundidos por Luc Vandevelde, el ejecutivo que hace casi dos años desembarcó desde la francesa Promodès para salvar Marks & Spencer, han causado bastante impresión en la prensa británica, que ha dedicado muchas líneas a contar lo que el Financial Times ve como un milagro en el que habido mucha fe, bastante esperanza y hasta un poco de caridad, mientras The Independent cree que el milagro se debe sobre todo a un sencillo polo negro de cuello alto que ha causado furor en este templado otoño británico y ha acabado arrasando en las tiendas de las calles comerciales de todas las ciudades del país.

El milagro se debe sobre todo a un sencillo polo negro de cuello alto que ha causado furor en este templado otoño

Vandevelde, que ostenta el raro privilegio y para algunos poco recomendable riesgo de unir en su persona el cargo de presidente y de director general de Marks & Spencer, anunció un crecimiento del 20,1% de los beneficios del grupo antes de impuestos, hasta alcanzar los 220,3 millones de libras (casi 60.000 millones de pesetas, 357 millones de euros) en los seis primeros meses del año fiscal, es decir, entre abril y septiembre. Este resultado no tiene en cuenta las pérdidas comerciales en el continente, que se elevan a 26,4 millones de libras y ya fueron contingentadas en los resultados del año anterior.

Las ventas al por menor en el Reino Unido se elevaron un 2,8% en el segundo trimestre, los beneficios operativos crecieron un 18,2% hasta los 147,4 millones de libras (40.000 millones de pesetas, 240 millones de euros) y el dividendo por acción aumentó un 23,3% hasta los 5,3 peniques por acción (14,3 pesetas). Vandevelde subrayó que la mejora de los resultados se basa en el aumento de las ventas y la reducción de los costes.

Más allá de los resultados concretos, los analistas ven algunos signos concretos que hacen pensar que efectivamente el final de la crisis está cerca. Por ejemplo, las ventas en el crucial sector de la ropa, antaño uno de los puntales de la firma y hogaño una de sus mayores cruces. Las ventas en ese sector subieron un 0,8%, algo que puede parecer modesto pero que es crucial porque llevaba muchos meses deslizándose a la baja. Estas cifras no incluyen todavía el previsible impacto de la colección de ropa de mujer La Una, diseñada por el nuevo guru de la moda George Davis.

La empresa empieza a tener fe en sí misma, aunque todos estos datos deberán pasar por el examen crucial de la campaña de Navidad. Hasta ahora, los ataques del 11 de septiembre no parecen haber hecho gran mella en los hábitos de consumo de los británicos, aunque las calles comerciales estuvieron sensiblemente vacías en los días que sucedieron al hundimiento de las Torres Gemelas en Nueva York. Ahora, Marks & Spencer se propone abrir durante las 24 horas del día algunos centros comerciales clave en las principales ciudades, pero el sector sabe que un atentado en la concurrida Oxford Sreet londinense podría arruinar la campaña de Navidad.

Lo que más ha sorprendido en la crisis de Marks & Spencer es la fidelidad de los accionistas. La compañía lleva un año de subidas casi constantes y se ha revalorizado casi un 70% en los últimos doce meses, mientras el índice de las cien mayores empresas, el FT100, caía casi un 20% en ese mismo periodo.

No es sólo un fenómeno de Marks & Spencer. Algunos de sus principales rivales también han tenido muy buen comportamiento bursátil, como Debenhams y Arcadia. Otros, como Matalan, apenas han subido pero están ahora entre los valores recomendados por algunos analistas.

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