FRANCISCANOS A LA MODA
Puede que el hábito no haga al monje, como dice el refrán, pero los franciscanos italianos consideran que ha llegado la hora de cambiar el suyo, 'diseñado' en el siglo XIII por San Francisco de Asís y poco acorde con las actividades de un fraile del siglo XXI, especialmente un franciscano. La comunidad se ha dirigido a una especialista de la moda -religiosa-, la modista milanesa Elisabetta Bianchetti, con una petición bien concreta, que confeccione un nuevo modelo de túnica, porque la actual, en lana oscura, áspera y pesada, no resulta del todo confortable. Bianchetti ha estudiado a fondo la petición y las exigencias de la orden, y ha presentado a los frailes -especialmente activos en la escena político-religiosa italiana- un modelo en suave lana gris con manteleta y capucha reducidas y, sobre todo, con un bolsillo en la parte superior para guardar el teléfono móvil, de extraordinaria utilidad. Los tiempos cambian y la comunidad fundada por San Francisco, acostumbrada a organizar coloquios y encuentros variados en la basílica de Asís, no podía seguir presentándose al mundo con un aspecto medieval, mientras se pasean por las calles de Roma los sacerdotes más elegantes del planeta. Pero no todos los franciscanos estaban al corriente de las novedades modisteriles de la orden. Pasqualino Falsini, franciscano del convento de Sant'Angelo de Milán, se confesaba sorprendido por la noticia. 'Es muy extraño. Si uno trabaja en una comunidad, fuera del convento se puede ir sin hábito. No se necesita una túnica para el teléfono móvil'. En Asís no están de acuerdo.-
