Marruecos abrirá su Consulado en Almería tras lograr el respaldo de las autoridades
El vecindario se opuso alegando que ponía en riesgo la seguridad y serviría para esconder armas
A la tercera va la vencida. Mohamed el Haiti, el cónsul de Marruecos en Almería, enarbola una sonrira porque confía en que en los próximos días podrá por fin dedicarse a atender a los inmigrantes marroquíes en lugar de batallar con vecinos y autoridades para conseguir un local para sus oficinas. Casi un año después de su llegada a la ciudad, El Haiti ha recibido por fin el respaldo de las autoridades, aunque hasta el último momento colaboradores del subdelegado del Gobierno, Fernando Hermoso, le han insinuado que sería conveniente buscar unos despachos alternativos.
Ante el número 14 de la calle de Soldado Español, la policía antidisturbios ha reducido su despliegue a una sola furgoneta y los piquetes de vecinos que montaban guardia día y noche han desaparecido. El contiguo local de la Asociación de Vecinos de Mediterráneo-Oliveros está, por primera vez, vacío desde hace muchos días.
'La gente está psíquicamente hundida', reconoce José Manuel Lázaro, portavoz de la asociación vecinal. 'Me he topado con ancianas del barrio llorando', añade.
Acaso esta misma semana, o como tarde la próxima, los albañiles contratados por el cónsul reanudarán la obra de acondicionamiento de los 700 metros cuadrados del local que, atemorizados, interrumpieron la semana pasada.
El final de la semana pasada fue agitado. El jueves, la protesta ciudadana contra el Consulado alcanzó su cenit con la manifestación de 2.000 personas, y el viernes El Haiti fue insultado y agredido por una muchedumbre iracunda que impidió la entrega del mobiliario del Consulado.
A pesar de la protección policial, el cónsul recibió algún que otro golpe en piernas y nuca mientras algunos vecinos proferían gritos de 'moros fuera'. 'Decían cosas muy feas que no se pueden repetir', afirma un colaborador de El Haiti.
'Entre los espectadores de los partidos de fútbol siempre hay exaltados pero la mayoría del público es sensato y pacífico', explica el portavoz de la asociación vecinal. 'Además, se infiltraron entre los vecinos elementos ajenos al barrio'.
El cónsul y el proprietario del local, una antigua parroquia, han puesto varias denuncias por agresión y por el robo de las herramientas de los albañiles y la rotura de los cristales de la planta baja del edificio, según indican fuentes diplomáticas marroquíes.
Lázaro reconoce que es necesario un consulado de Marruecos pero no en su calle, la de Soldado Español. Lo ideal, según él, hubiese sido que se instalara en unas antiguas dependencias de Renfe algo aisladas.
En un manifiesto, los vecinos esgrimen un sinfín de razones para justificar su rechazo, empezando por la desvalorización de sus inmuebles -'arrasa los precios a la baja'- y el incremento de la 'inseguridad ciudadana', sin olvidar el perjuicio que supone para la higiene y la limpieza, porque se forman colas permanentes, y el riesgo que implica para la solidez del edificio.
'(...) pueden caber 1.000 personas desconociendo si dicho peso lo resisten las estructuras', señalan en el documento. Peor aún: al gozar de extraterritorialidad 'podrán dormir, tener una mezquita restaurante y lo que quieran, incluyendo armas', reza el manifiesto.
Los incidentes del viernes con las consiguientes cargas de los antidisturbios y, sobre todo, un auto, el sábado, del juez Nicolás Poveda tachando de 'xenófobo o racista' el comportamiento de cuatro vecinos imputados y acusando a las autoridades de 'dejación de funciones', obligaron a los poderes públicos a reaccionar.
Hasta entonces, el subdelegado del Gobierno, Fernando Hermoso, y el alcalde, el socialista Santiago Martínez Cabrejas, estaban sumidos en una pelotera en la que intervenían también la Junta de Andalucía y el Partido Popular de Almería.
Este último llegó a asegurar en un comunicado que determinar en qué lugar de la ciudad puede instalarse un consulado es 'competencia exclusiva' del ayuntamiento. 'Es una decisión de las autoridades marroquíes que deben ser asistidas por el subdelegado', asegura una fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Tras un último intento, el lunes, de convencer al cónsul de que se trasladase a otro edificio, los colaboradores de Hermoso tiraron la toalla, precisan fuentes diplomáticas marroquíes. subdelegado, alcalde y una ristra de autoridades locales proclamaron en un comunicado conjunto que 'corresponde al Estado [de Marruecos] decidir el lugar en el que desea ubicar dicha Oficina'.
Cuando le dieron cuenta del texto que habían pactado, a Mohamed el Haiti se le encendió una sonrisa. Sólo lamentó que hubiesen tardado tantos meses en brindarle este apoyo.
Durante todo este tiempo, recuerdan fuentes marroquíes, los 7.000 trabajadores empleados en los invernaderos de Almería y los más de 3.000 estudiantes que matriculados en la Universidad de Granada -donde se concentra el grueso de los becados- han tenido que desplazarse hasta Algeciras para efectuar sus trámites. 'Entre la jornada perdida de trabajo y los gastos del viaje nos costaba 40.000 pesetas', asegura Jamal Ramuni, de la asociación ATIME.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.