Bruselas estima que España crecerá sólo un 2% el año que viene

No podía ser que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE) estuvieran equivocados, y el Gobierno español, no. Por eso, la realidad se ha impuesto. La economía española crecerá este año un 2,7% y un 2% el que viene, según el Ejecutivo comunitario, en lugar del 3% y el 2,9%, respectivamente, anunciados por el Gobierno español. Por eso, España revisará sus cifras, como anunció ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

A la misma hora en que el Ejecutivo comunitario difundía sus previsiones económicas en Bruselas, Montoro declaró en Madrid que el Gobierno 'revisará sus objetivos de crecimiento económico'. El Ministerio de Economía mantiene su intención de hacer públicas las nuevas previsiones el próximo mes de diciembre, cuando envíe a Bruselas la revisión del Plan de Estabilidad.

El día anterior, la OCDE había publicado también sus previsiones en ese capítulo, que coinciden totalmente con las de la CE. El lunes pasado, el propio comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, el español Pedro Solbes, afirmó en Madrid que 'tenía la sensación' de que el Ejecutivo español no iba a poder cumplir sus previsiones.

El FMI ya rebajó en octubre al 2,3% el crecimiento del PIB español para 2002, y hasta el Banco de España lo situó la pasada semana entre el 2% y el 2,5%, siempre, en todo caso, bastante lejos del 2,9% anunciado por el Ejecutivo.

Pese a todo, el crecimiento que prevé para España la CE en 2001 y 2002 será bastante superior a la media de la zona euro (1,6% este año y 1,3% el siguiente). Sólo crecerán más que España este año Irlanda (6,5%), Grecia (4,1%) y Luxemburgo (4%). Para 2003, el Ejecutivo comunitario prevé un crecimiento del 3,2% en España (lejos del índice superior al 4% registrado en 1998, 1999 y 2000), frente al 2,9% en la zona euro.

En el informe de la CE se indica que la actividad económica en España 'se ha debilitado de forma significativa' este año, en buena parte debido al alza de los precios de los combustibles y de la alimentación, así como a la influencia de la situación internacional. Además, el consumo privado se ha moderado debido, entre otras razones, al descenso en el ritmo de creación de puestos de trabajo.

Baja la creación de empleo

El hecho de que el crecimiento para el año que viene sea sólo del 2% se debe, según la CE, a que habrá únicamente 'un moderado crecimiento' de la demanda doméstica y una mínima influencia de la demanda exterior. El consumo privado seguirá experimentando ese año una desaceleración, porque se registrará una disminución en el ritmo de creación de empleo.

Y es precisamente el capítulo del empleo en el que, una vez más, España sale muy malparada en el contexto europeo. La creación de puestos de trabajo, que en los últimos años se situó siempre por encima del 3%, bajará este año al 2,3% y se reducirá al 1% el año que viene. Con estos bajos índices, España seguirá de farolillo rojo en la clasificación de la UE, porque se mantendrá en el 13% de paro este año y el que viene, frente a una media en la zona euro del 8,3% y el 8,6%, respectivamente.

La inflación, en cambio, tendrá un mejor comportamiento en los meses próximos, de forma que, aunque seguirá siendo superior a la media europea, acortará distancias. Así, el índice de precios se situará este año en el 3,7% (2,8% en la zona euro), pero bajará al 2,3% el año próximo y al 2,1% en 2003 (sólo tres décimas por encima de la prevista para la zona euro).

La Comisión cree que España logrará este año y el siguiente unos magníficos datos sobre el control del déficit público, pero a renglón seguido destaca que los tramos impositivos en el IRPF no han sido actualizados de acuerdo con la inflación, a la vez que han crecido los impuestos indirectos y el IVA en algunos productos. O sea, que se ha aumentado la presión fiscal.