Ingresan en prisión tres simpatizantes de ETA tras alborotar en un juicio
El juez se da 72 horas para tomar una decisión
Tres simpatizantes de ETA acabaron ayer en la prisión de Soto del Real (Madrid) en situación de detención preventiva durante 72 horas por orden del juez Juan del Olmo, después de que participaran activamente en un altercado ocurrido en la sala antiterrorista de la Audiencia Nacional, cuando los etarras del comando Andalucía Jon Igor Solana y Harriet Iragi eran juzgados por el asesinato del edil del PP de Málaga José María Martín Carpena, ocurrido el 17 de julio de 2000.
El fiscal Jesús Alonso solicita penas de 30 años para Solana e Iragi por asesinato terrorista. Es el primer juicio que se celebra contra ellos por los crímenes perpetrados por el comando Andalucía de ETA.
Los incidentes se iniciaron al acabar de declarar, en calidad de testigo protegido, el instructor de las diligencias policiales incoadas tras la detención de Solana e Iragi en Sevilla, cuando acababan de asesinar al coronel médico y otorrinolaringólogo Antonio Muñoz Cariñanos, el 16 de octubre de 2000. Durante toda la vista los dos etarras habían estado haciendo risas en la jaula de cristales blindados, pero nada más entrar en la sala el testigo, Solana hizo gestos para explicar a su abogada que el agente le había dado una paliza tras su detención. Durante toda la declaración de éste, Solana, agachado, no dejó de mirar al agente por debajo de la cortinilla -a lo que tiene derecho-, aunque el presidente del Tribunal, Siro García, indicó al etarra que tenía que guardar la debida compostura.
Nada más concluir el testigo, Solana se levantó y le espetó: 'Eres un torturador. Hoy estás más nervioso que allí [en la comisaría, en Sevilla]. Estabas más seguro cuando estabas con tu compañero'. El presidente ordenó la expulsión de la Sala de Solana y también de Iragi, que daba patadas a los cristales. Mientras tanto una treintena de simpatizantes y familiares de los etarras empezaron a aplaudir y jalear a los acusados diciendo: 'Eutzi gogor' (Seguid firmes).
El presidente del tribunal mandó que se desalojase la sala, pero ante la continuación de las protestas ordenó la detención de los tres simpatizantes que estaban en primera fila y su puesta a disposición del juez de guardia por un delito de exaltación del terrorismo, castigado con una pena de hasta seis años de cárcel. Los detenidos prestaron declaración ante el juez Juan del Olmo, y la fiscal Olga Sánchez, quien interesó su ingreso en prisión preventiva.
El magistrado, sin embargo, ordenó la detención preventiva durante 72 horas en la prisión de Soto del Real (Madrid). Durante ese tiempo el magistrado practicará algunas diligencias y posteriormente decidirá si mantiene la prisión preventiva o se inclina por la libertad bajo fianza. Uno de los detenidos acabó hace dos años de cumplir una condena de seis de prisión por atentado contra la autoridad y el otro fue acusado de pertenecer a un grupo Y, pero la causa fue archivada.
Por otro lado, un tribunal londinense accedió ayer a la extradición de Iñigo Makazaga, presuntamente vinculado a la banda terrorista ETA. El supuesto etarra dispone ahora de 15 días para apelar la decisión. Makazaga está acusado de haber participado en el intento de asesinato de un policía en mayo de 1997 y en un atentado contra el cuartel de Araca (Álava) en julio de ese año.
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