¿Sevilla progresista?

Tengo el honor de participar en un grupo de investigación, el honor de que ese grupo se ocupe de temas sevillanos, pero mi labor no puede avanzar mucho más que la de un simple copista, igual que se hacía en el siglo XIV. Qué mejor método para informarnos y documentarnos sobre algo que a través de la prensa de siglos pasados. Con este fin acudimos a la Hemeroteca Municipal de Sevilla, pero resulta que en este centro cultural (que, dicho sea de paso, sólo abre por la normal, de clase media, no puede acceder a reproducir información anterior a 1960, puesto que al no poseer dicho centro una máquina microfilmadora, el interesado en la información se ve obligado a copiarla literalmente (a mano) y pierde las imágenes. Pero no debemos ser tan crueles, porque nos ofrecen un medio, quién sabe si para lavarse las manos como Pilatos: una copia fotografiada al módico precio de 715 pesetas (4,2 euros) la página.

¿Cuántas copias hacen falta en un trabajo de investigación? La respuesta es obvia, una cantidad infinitamente superior a las que puede pagar una persona normal que intenta aprender e investigar; aunque algunos pensarán que es mejor no aprender, sólo tienen derecho los capitalistas con poder adquisitivo. Nunca he tenido responsabilidades jurídico-administrativas en una concejalía, pero creo que si fuera concejal de cultura en el Ayuntamiento sevillano evitaría llegar a decir cosas como que la enseñanza es pública, pues las expectativas que nos otorga este útil centro cultural son nulas; hay una información valiosísima pendiente de ser interpretada, pero esa información está encarcelada dentro de las leyes administrativas que no ponen los medios precisos para ayudar a reconstruir nuestra Sevilla.

Resulta triste que los sevillanos tengan que buscar sus medios documentales en ciudades como Madrid teniéndolos tan cerca, teniéndolos en nuestra propia Sevilla.

Es gracioso cuando los políticos, en general, hablan de una Sevilla progresista: ellos tienen un ordenador portátil encima de sus escritorios, mientras en la Hemeroteca Municipal de nuestra ciudad están los amanuenses trabajando con un simple bolígrafo y un folio, amanuenses que pagan los impuestos con los que se compran esos portátiles. Esta Sevilla es progresista sólo para el que tiene acceso capitalista al progreso.

Sólo me resta decir a los políticos e integrantes de la Corporación Municipal de Sevilla: ¡gracias!, ¡gracias por no querer tendernos una mano y ayudarnos a aprender!, ¡gracias por entorpecer nuestra educación!-