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El Bernabéu perdona a Roberto Carlos

Un rumor sordo, algo menos que una ovación, algo más que un murmullo, corrió por el estadio Bernabéu paralelo a la primera carrera de Roberto Carlos por la banda izquierda. Un ruido indefinido, mezcla de reproche y respaldo, acompañó el regreso del brasileño al Madrid después de tres semanas de conflicto médico y su participación en el partido mundialista de Brasil con Venezuela de por medio. 'Me encontrado muy bien y la polémica ya se ha acabado', se limitó a decir tras el partido.

Un sector mostró ciertas reservas por la actitud de Roberto Carlos, especialmente la gente que se agrupa en el Fondo Sur, que le pitó tímidamente durante el primer periodo. Pero el defensa es un futbolista al que le gusta regalar gestos a la grada. A eso se dedicó desde el comienzo del lance, a buscar el indulto. Una actitud que a punto estuvo de recibir un premio antes de la primera media hora, cuando una internada suya acabó en un disparo flojo. También con el lanzamiento de una falta ajustada a un palo.

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Tras el descanso, la balanza se inclinó definitivamente y Roberto Carlos se ganó el perdón después de un recibimiento algo tibio. La misma tibieza con la que los hinchas blancos escucharon el lírico himno del centenario.

Pero, mientras el público no se terminaba de adaptar a la voz de Plácido Domingo, Morientes recuperaba la chispa y los goles. El delantero abandonó la lúgubre pesadez que le acompañaba durante toda la temporada y marcó dos tantos. Zidane fue el primero en darse cuenta de que Morientes había regresado del limbo en el que moraba desde el curso pasado y le convirtió en su aliado. Vicente del Bosque sustituyó al ariete mediado el segundo tiempo 'para buscar más velocidad con Munitis', según declaró, y Morientes pudo oír una ovación que hacía mucho tiempo que nadie le dispensaba.

El técnico madridista, breve a la hora de dar explicaciones, se mostró satisfecho del juego del Madrid. 'Salvo los últimos 20 minutos, que nos han afeado el juego', matizó en su conferencia de prensa.

Caparrós, el entrenador del Sevilla, confesó que su equipo 'había regalado mucho tiempo de la primera parte', aunque apuntó: 'Hay que valorar la actitud de mis jugadores de intentar recuperarse en el segundo'. Luego, concluyó con una declaración sincera: 'Es que lo que había enfrente era el Madrid y eso ha puesto un poco nerviosa a mi defensa'.

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