El PSE permitirá con su abstención que se aprueben los presupuestos de Vizcaya de 2002

El PSE prevé posibilitar la aprobación de los presupuestos de la Diputación de Vizcaya a través de su abstención en las votaciones si se confirma su acuerdo con el PNV y EA. El portavoz socialista en las Juntas Generales, Josu Montalbán, confirmó ayer el avanzado pacto, que permitirá la aprobación de cerca de 4.500 millones de inversiones para 2002 en proyectos de carreteras, empleo y asuntos sociales. Pero horas después, el secretario general del PSE vizcaíno, Patxi López, dijo que sólo hay avances, que la negociación durará y que piden un compromiso más amplio.

Patxi López reveló que su partido exigió al PNV, antes de sentarse a negociar, la retirada de la partida destinada a Udalbitza, que este año ha ascendido a 93 millones, y enfatizó: 'Ahora no hay acuerdo. Existen avances pero ya veremos. La negociación va a durar'. El líder del PSE vizcaíno abogó por un compromiso amplio de los nacionalistas, que suponga compromisos plurianuales de inversiones y programas concretos para áreas deprimidas.

Montalbán había confirmado por la mañana lo anunciado la víspera por el diputado de Presidencia, el peneuvista José Luis Bilbao: nacionalistas y socialistas tienen ya un principio de acuerdo para que en 2002 haya nuevos presupuestos en la Diputación, tras la prórroga de este año, lo que supondría el primer gran pacto institucional entre ambos partidos desde 1998.

Ese acuerdo iniciará formalmente cuando se cierre el deshielo entre ambas formaciones después de tres años marcados por el giro soberanista del PNV tras el Pacto de Lizarra. Por eso, como en todo deshielo político, los pasos son lentos y progresivos: no habrá documento de acuerdo para la Diputación, los socialistas no apoyarán las cuentas del equipo de gobierno PNV-EA, pero posibilitarán con su abstención la aprobación de los presupuestos y el PSE verá aprobadas una docena de propuestas por un valor cercano a los 4.500 millones.

'Consideramos que la Diputación debe contar con un presupuesto actualizado', justificó ayer Montalbán. El PSE vizcaíno considera superado el crispado clima político anterior a las elecciones autonómicas de mayo y, con esta negociación con los nacionalistas, busca 'la eficacia para la sociedad vizcaína. Hay que tener en cuenta que la Diputación desarrolla acciones que repercuten directamente en las condiciones de vida de los vizcaínos y el presupuesto constituye una herramienta muy útil'. El PNV y EA han visto condicionada su labor de gobierno este año por los presupuestos prorrogados en una situación de bonanza económica y una muestra ilustrativa es que el proyecto presupuestario de 2002 prevé un gasto operativo de 134.000 millones frente a los 78.000 disponibles ahora.

Montalbán instó al PNV a que el 'esfuerzo' socialista sea correspondido y que los concejales nacionalistas también se abstengan para permitir la aprobación de presupuestos municipales en localidades como Abanto o Sestao, casos que consideró de mayor urgencia.

El dirigente socialista resaltó que el acuerdo, que está en 'una posición muy cercana, pero aún no definitiva', se basa, además de suprimir la ayuda a Udalbiltza, en el impulso del nuevo plan viario para el área metropolitana de Bilbao, valorado en 80.000 millones de pesetas. A ello se unirían una docena de actuaciones cifradas en cerca de 4.500 millones, aunque varias tendrían continuación en los siguientes años. Se trata, entre otras, de la tercera fase del corrredor Uribe Kosta (700 millones), la construcción de la variante de Astrabudua (300 millones) y de dos elkartegis (600 milones) o los 1.300 millones para la renta básica.

El PP reprochó ayer este principio de pacto, porque supone 'dar confianza política al Gobierno foral', dijo Carlos Olazabal, quien consideró que ahora 'lo lógico sería que los socialsitas aprobaran también los presupuestos del Gobierno vasco, el Ayuntamiento de Bilbao y otros muncipios'. Calificó al PSE de 'angelical'.