La decisión de ubicar la regasificadora en Sagunto abre una crisis institucional en Castellón

El acuerdo de Unión Fenosa e Iberdrola para construir la regasificadora en Sagunto cerró el martes un pulso de meses entre las eléctricas pero abrió una crisis institucional en Castellón. Las críticas arreciaron ayer desde instituciones, partidos y sectores empresariales. Los empresarios castellonenses utilizaron términos como 'falta de ética', 'vergüenza' o 'tomadura de pelo', dirigidos a Iberdrola, que había apostado por Castellón. La decisión además, contradice el deseo manifestado por responsables políticos castellonenses y el propio Eduardo Zaplana, presidente del Consell.

El pacto de Unión Fenosa e Iberdrola provocó un enorme revuelo en Castellón. Los más 'duros' fueron los empresarios que, en algún caso, advirtieron de que 'el sector tendrá presente su comportamiento'. La percepción generalizada es que Iberdrola se ha servido de instituciones y empresarios para 'forzar' su entrada en el proyecto que Unión Fenosa ofrecía para Sagunto.

La diplomacia presidió la versión oficial ofrecida por el secretario general de la patronal azulejera, Ascer, Pedro Riaza, quien indicó que el acuerdo les 'sitúa más cerca de la construcción de la planta'. La patronal, en cualquier caso, no abandona su apuesta por Castellón y, según Riaza, 'la carrera no se ha terminado y cabe la posibilidad de que el proyecto no cuaje en Sagunto y Castellón vuelva a tener opciones'. El presidente de la Confederación de Empresarios de Castellón, José Roca, calificó la decisión directamente de 'error'.

El presidente de la Cámara de Comercio, Salvador Martí Huguet, se mostró más contundente. 'Si se trata únicamente de una decisión empresarial no debemos entrar', dijo primero, pero luego mostró sus dudas sobre las formas con las que ha llevado Iberdrola el proceso. Incluso acusó a la eléctrica de 'haber provocado la implicación de todas las instituciones locales, administrativas y empresariales' sin que la apuesta por Castellón haya sido, supuestamente, todo lo 'real' que parecía, y advirtió que 'el sector cerámico tendrá presente este comportamiento'.

Además, para el presidente de la Cámara, la aprobación administrativa de la regasificadora en Sagunto, 'tendrá un coste político' y mantuvo que la excesiva dependencia que la economía castellonense tiene del sector cerámico puede desembocar en que les tengan 'que ayudar en un futuro para reactivar la economía provincial'. Por su parte, el vicepresidente de la Diputación, Víctor Campos, también habló ayer de la 'extraña apuesta de Iberdrola' para Castellón como una supuesta 'jugada de farol' de la eléctrica para forzar su entrada en la planta de Unión Fenosa, mientras el portavoz del grupo municipal socialista, Ignacio Subías, destacó que el acuerdo 'pone de manifiesto el escaso valor que tiene la palabra de los representantes del PP y especialmente de Eduardo Zaplana y de Carlos Fabra'.