Iberdrola abandona Castellón y pacta con Unión Fenosa construir la regasificadora en Sagunto

El primer gran episodio de la guerra del gas en la Comunidad Valenciana se cerró ayer con un acuerdo entre Unión Fenosa e Iberdrola para acometer de forma conjunta la construcción de una planta regasificadora en el Puerto de Sagunto. Un preacuerdo alcanzado entre Iberdrola y Endesa para instalar la planta en Castellón ha quedado en segundo plano. Endesa, Enagas y BP han sido invitadas a participar en la construcción de la planta de transformación de gas licuado en gas natural que supone una inversión en torno a los 40.000 millones de pesetas.

La liberalización del mercado de la generación de energía ha desatado toda una serie de movimientos entre las grandes compañías eléctricas nacionales y la batalla por la autorización administrativa para construir una planta regasificadora en la Comunidad Valenciana es un episodio que ha puesto de manifiesto la virulencia del enfrentamiento.

Unión Fenosa optó hace un año largo por abrir brecha en la Comunidad Valenciana, un territorio que consume bastante más energía de la que genera, con un ambicioso proyecto para instalar un polo energético de primer orden en la localidad de Sagunto, a poco más de 20 kilómetros al norte de Valencia, donde hay abundante suelo industrial disponible desde la reconversión de los altos hornos.

El contrato firmado por Unión Fenosa para importar gas licuado desde Egipto convertía Sagunto en el lugar ideal para transformar el gas licuado que transportan los grandes buques metaneros y utilizarlo como combustible para dos centrales térmicas de ciclo combinado, al margen de servir a las necesidades de los hornos del sector azulejero, que se concentra en su inmensa mayoría al sur de Castellón.

Iberdrola, que disfruta del monopolio de la distribución eléctrica en territorio valenciano, intentó frenar la estrategia expansiva de la compañía gallega y presentó su propio proyecto para construir una planta regasificadora en el Grau de Castellón.

Iberdrola hizo valer el supuesto respaldo del sector azulejero en favor de su proyecto e incluso invocó un manifiesto 'apoyo institucional' a la inversión prevista en Castellón.

Pero Unión Fenosa había sacado demasiada ventaja en términos puramente administrativos y su proyecto estaba mucho más definido. De hecho, Iberdrola sólo presentó un anteproyecto de las obras a finales del verano.

En la actualidad sólo hay tres plantas regasificadoras en España, en Barcelona, Huelva y Cartagena. La posibilidad de construir dos instalaciones rivales en el litoral valenciano caía por su propio peso y el propio secretario de Estado de Economía, José Folgado, afirmó en una reciente visita a Castellón que sólo cabía una en la Comunidad Valenciana.

El acuerdo se hacía inevitable. La nota conjunta emitida por Unión Fenosa e Iberdrola alude a 'la necesidad de urgencia de disponer cuanto antes de una infraestructura gasista en la Comunidad Valenciana' como uno de los primeros argumentos en favor del pacto. Y sostiene que 'las condiciones portuarias de Sagunto más desarrolladas presentan mayor grado de facilidad para emprender un proyecto de las características de la regasificadora, de tal suerte que la planta se integre cuanto antes en el sistema gasista español'.

Antes de firmar la paz, Iberdrola estableció un preacuerdo con Endesa para minar la moral de sus rivales. Pero el pacto con la mayor empresa nacional de energía no llegó a ser refrendado por los accionistas de Endesa. Antes de que tuvieran esa oportunidad, los responsables de Unión Fenosa e Iberdrola hicieron números y alcanzaron un acuerdo.

Endesa, lo mismo que Enagas y British Petroleum, han sido invitadas a participar en la inversión debido a su carácter de 'infraestructura básica' para el sistema gasista en España.

Según la nota conjunta, está previsto que las obras portuarias de Sagunto sean adjudicadas a finales de año, de modo que la construcción de la planta regasificadora podría iniciarse en el tercer trimestre de 2002 para concluir en el invierno de 2004.

Proyecto base

La nota explica que 'el acuerdo tiene como base el proyecto presentado a la Administración en diciembre de 2000, que prevé la construcción de una planta con capacidad para regasificar hasta 80.000 millones de termias de gas natural al año y almacenar 150.000 metros cúbicos'. Es decir, el acuerdo se sustenta sobre el proyecto Unión Fenosa.

'La inversión prevista es de 234 millones de euros', sigue la nota, cerca de 40.000 millones de pesetas.

El pacto prevé también una nueva red de gasoductos que unirán la planta de regasificación, punto de entrada del gas natural licuado, con las centrales de ciclo combinado que construye Iberdrola en Castellón y proyecta Unión Fenosa en Sagunto.