Salir de las 'catacumbas'

Cerca de 2.500 personas en situación de exclusión social se acogieron el pasado año a los diversos servicios sociales que ofrece el Ayuntamiento de Bilbao. Unas 2.500 personas que salieron de las catacumbas de la capital vizcaína, en las que malvivían, y que al menos temporalmente disfrutan de unos servicios dignos.

Los beneficiarios son fundamentalmente toxicómanos, transeúntes, inmigrantes, jóvenes, mujeres maltratadas, a menudo con hijos, e incluso enfermos mentales que no quieren renunciar a vivir en la calle. 'El fenómeno de los sin hogar está en constante aumento. El colectivo es heterogéneo pero todos tienen en común la exclusión social. Además, sus protagonistas son cada vez más jóvenes', señala Eusebio Melero, concejal de Bienestar Social, cuyo área acaba de hacer pública la memoria del pasado año.

El usuario medio del albergue municipal es un hombre, de 29 a 39 años, soltero y de fuera de Euskadi

Reflexión

Los datos avalan la reflexión. El 23% de los sin hogar tiene entre 18 y 28 años y el porcentaje mayor de los atendidos en el albergue de Elejabarri, en la capital vizcaína, se sitúa en la franja de edad entre los 29 y los 39. Incluso reclamaron sus servicios 52 menores de edad. El establecimiento municipal, que acoge con carácter temporal, tiene capacidad para 62 personas y está completo la totalidad del año, resultando insuficiente el número de camas.

La media de estancias asciende a 350 personas al mes y el tiempo medio es de entre uno y siete días, aunque también hay una minoría que ha llegado a permanecer entre uno y seis meses incluso más a través del módulo de inserción puesto en marcha el pasado año. En total pernoctaron 2.278 sin hogar de los 2.361 atendidos. Además, durante los meses de invierno entra en funcionamiento la 'norma del frío', que consiste en trasladar a las personas a pensiones concertadas en caso de falta de espacio. Un total de 332 transeúntes utilizaron este servicio en 448 días de alojamiento.

El perfil del usuario es hombre (2.041, frente a 320 mujeres), solteros o solos (1.650) de fuera de la comunidad vasca (1.007) y extranjeros (950). Esta última cifra representa el 40% de los acogidos en el albergue. Llama la atención el alto número de los procedentes de algún país europeo, que son el 15% del total y el 37% de la población extranjera. La mayoría de los inmigrantes (369) procede del Magreb y del África Subsahariana.

El área de Bienestar Social bilbaíno cuenta con un servicio de urgencias sociales que, también gestiona el programa de indomiciliados. Trata de dar respuesta a situaciones de crisis que requieren de una atención inmediata. El pasado año atendió a 393 personas, de los que 227 fueron desviados a Elejabarri. Son en mayoría hombres (225), empadronados en Bilbao, solteros y de entre 36 y 65 años. Generalmente, llegan a través de la Policía Municipal, de la Ertzaintza, del hospital de Basurto o de los servicios sociales de Bilbao. Se trata de individuos con estudios primarios, en situación de desempleo de larga duración y sin subsidio y que proceden de los barrios más marginales de Bilbao, como San Francisco-La Peña y Otxarkoaga-Txurdinaga. En el último año han aumentado el número de mujeres con hijos, víctimas de malos tratos.

El grupo de indomiciliados comprende a los vinculados territorialmente a Bilbao durante tres meses como mínimo, y que, paradógicamente, no pueden acceder a las prestaciones por no disponer de domicilio. Un total de 107 personas (15 mujeres solas, 49 hombres y 19 familias, en las que hay 5 menores de edad) utilizaron el servicio. De los atendidos, 63 fueron enviados al albergue.

Otra de las ofertas municipales es la de primera acogida, creada en junio de 2000 para ayudar a los que no disponen de recursos y que, en muchos casos, presentan un nivel de exclusión social significativo. 1.581 personas (156 mujeres y 1.425 hombres), mayoritariamente solteros, de 35 a 65 años, utilizaron el servicio.

El área de Bienestar Social bilbaína contó con un presupuesto de más de dos mil millones para desarrollar sus actuaciones.