Musulmanes laicos y de ojos azules en el corazón de Europa
La sociedad islámica de Bosnia opta por la tolerancia y el proamericanismo en medio del conflicto mundial
Armir tenía alrededor de 30 años durante la guerra de Bosnia-Herzegovina (1992-1995). Había sido empleado de los ferrocarriles y se ganaba la vida como traductor de periodistas extranjeros. Vestía vaqueros y camisetas de colorines, le encantaba el vino, comía carne de cerdo y no respetaba el Ramadán. Ahora bien, se enfadaba si alguien le decía que no era un buen musulmán.
Así eran y son todavía los cerca de dos millones de musulmanes laicos y de ojos claros de Bosnia, los únicos islámicos que viven en el corazón de Europa desde el siglo XIV. Su cultura y su cabeza pertenecen a Occidente; sus sentimientos y su religión miran hacia Oriente.
Contra lo que algunos malpensados pudieran haber sugerido -sobre todo los sectores ultras serbios y croatas-, los atentados del 11 de septiembre no sólo no han radicalizado a los musulmanes bosnios, sino que la respuesta de Estados Unidos y sus aliados contra el terrorismo ha reforzado los rasgos de laicismo, tolerancia y occidentalismo de este 45% de la población de Bosnia. Es cierto que el desmantelamiento, el 24 de octubre, de una red terrorista que preparaba atentados contra bases militares de la OTAN o las amenazas contra embajadas en Sarajevo hicieron creer que se trataba de la punta de un iceberg. Pero se trata de un hecho aislado, según los organismos internacionales civiles y militares, que han convertido Bosnia en un protectorado desde que llegara la paz a finales de 1995.
'Los dirigentes serbios y croatas aprovechan estos incidentes para propagar que los musulmanes bosnios son radicales. No obstante, esa opinión se halla lejos de la realidad. Que unos cuantos gamberros hayan hecho algunas pintadas en favor de Bin Laden en Sarajevo es una pura anécdota'. Funcionario de la Unión Europea y de otras entidades en Bosnia desde 1994 y casado con una musulmana, el santanderino Javier Mier afirma rotundo: 'La sociedad islámica de Bosnia es la misma que durante la guerra. Ni siquiera entonces derivó hacia el extremismo. No lo va a hacer ahora. Cabe recordar que el sentimiento proamericano está muy arraigado porque Estados Unidos logró terminar con la guerra. El terrorismo está desacreditado en este país'.
Fracaso de la 'yihad'
En su libro La yihad, expansión y declive del islamismo (Península), el francés Gilles Kepel resume la opinión de todos los expertos en los musulmanes bosnios: 'Los Estados y las organizaciones islámicas que pretendían expresar la solidaridad disponían de pocos enlaces y contactos en la sociedad bosnia, cuyo carácter europeo resultaba nuevo y desconcertante para esta operación'.
A pesar de los intentos de extremistas islámicos de varios países para extender la yihad al conflicto bosnio, los esfuerzos resultaron estériles. Un lustro después de la guerra está claro que el respaldo de los integristas al Gobierno de Sarajevo, que presidía entonces el musulmán Alija Izetbegovic, fue más testimonial que otra cosa y tuvo poca incidencia en el frente bélico.
Enes Karic, intelectual musulmán, traductor del Corán y ex ministro de Cultura, escribía en 1997: 'Bosnia está en territorio europeo y resulta básico que los musulmanes bosnios hayan aceptado desde hace tiempo el principio de practicar y de expresar el islam en una sociedad y un Estado civiles'. Toda una declaración de principios para los tiempos que corren.
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