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El Ayuntamiento persigue a 1.000 taxistas que llevan publicidad ilegal

El concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Sigfrido Herráez, del PP, asegura que ha dado orden a la Policía Municipal para que sus agentes persigan y sancionen a los taxistas que llevan incorporado en el vehículo publicidad no autorizada. El edil recordó que la publicidad en los taxis de la capital está regulada desde febrero del año 2000, pero que aún hay unos 1.000 taxis (de los 15.500 que circulan por la capital) que no cumplen estas normas y que por ello pueden ser suspendidos de licencia de tres a seis meses. Los taxistas infractores llevan en las puertas traseras unas grandes pegatinas rojas de gran tamaño de una compañía de telefonía móvil.

Herráez indicó a Efe que la policía 'va a seguir sancionando, a petición de las propias asociaciones de taxistas, a los infractores, a fin de que la publicidad se lleve de manera ordenada' ya que 'es posible poner publicidad pero cumpliendo una serie de requisitos'. Herráez precisó cuáles son esos requisitos: 'Los taxistas deben solicitar una autorización, el acceso a esta publicidad debe ser para todos los taxistas y no a un determinado grupo, como ha sucedido en este caso, y debe darse con un aval de la empresa publicitaria que tiene que ser presentado en el Ayuntamiento, a fin de que se garantice el pago de esas 10.000 pesetas al mes que deben percibir los taxistas'. El edil aseguró que estas son 'las condiciones que se aprobaron en el año 2000 y que no se están cumpliendo ahora'.

Entre tres y seis meses

La sanción prevista para los taxistas que se saltan la norma será, según Herráez, 'de entre tres y seis meses, y, aunque no hay posibilidad de sanción económica, se podrá inhabilitar la licencia de forma definitiva si el taxista reincide'. Sobre la posibilidad de que los afectados por las sanciones se querellaran contra el edil, Sigfrido Herráez argumentó que 'cada ciudadano es libre de hacer lo que crea conveniente con lo que considera sus derechos legales'. 'Ahora bien, en la lucha por la legalidad, se debe llevar a cabo un mayor control de los servicios públicos, como es el caso del taxi, un magnífico servicio por otra parte que no se debe estropear por intereses personales', añadió. 'La norma recogida en la ordenanza es válida, pero yo no tengo inconveniente en reunirme con los taxistas para trabajar sobre ella', concluyó.

La publicidad en las puertas de los taxis era un vieja reivindicación del sector, que el Ayuntamiento aprobó y reguló en febrero de 2000. Una de las condiciones era que el municipio tenía que dar el visto bueno previo a cualquier tipo de anuncio. También se acordó entonces que la publicidad se llevara en las puertas traseras. Para eso fue necesario que se cambiara de ubicación el escudo de la ciudad, trasladándolo a la puerta delantera.

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