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Crónica:Copa del Rey | FÚTBOL
Crónica
Texto informativo con interpretación

Osasuna y Alavés sudan tinta para clasificarse

Al límite del tiempo reglamentario, pero sin sufrimiento, con determinación incluso en algunos momentos, Osasuna resolvió su enfrentamiento copero ante el Gramanet (1-2), jugado en la Ciudad Deportiva del Espanyol, en Sant Adrià del Besós, después de negarse a disputarlo en la cancha de hierba artificial de Santa Coloma. La decisión de Lotina encrespó a la hinchada catalana, que la tomó una y otra vez con el entrenador del equipo navarro cada vez que salía del banquillo. Lotina, sin embargo, jugó bien sus bazas y Osasuna remontó el partido a tiempo.

En Santiago, cuando el partido se encaminaba hacia la prórroga, ya en el tiempo suplementario, un estrepitoso fallo de Rafa, el portero del Compostela, permitió al Alavés ahorrarse el engorroso trámite y seguir vivo en la Copa. Fue prácticamente lo único que hizo el Alavés en toda la noche: aprovechar dos regalos del rival y llevarse el partido sin derramar una gota de sudor más allá de lo necesario. El Compostela se batió con dignidad y soñó con la proeza, pero su portero lo estropeó todo en el último instante.

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Un gol del equipo superior suele ser decisivo en esta clase de choques, y por eso pareció que el Alavés iba a clausurar el partido anticipadamente, cuando, mediada la primera parte, Iván Alonso aprovechó un fallo defensivo para marcar. Hasta entonces, el grupo de Mané se había limitado a alardear de su hegemonía técnica con la ley del mínimo esfuerzo, frente a un rival bien organizado, que intentaba contener en el centro del campo y salir a todo trapo cuando algún robo de balón le permitía pillar fuera de sitio a la defensa visitante.

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