El jurado del 'caso Alonso' considera que el acusado cooperó en el asesinato

El jurado declaró ayer a Miguel Ángel Giménez, el único procesado por el crimen del industrial Patxi Alonso, culpable de un delito de asesinato en calidad de cooperador necesario. En su decisión, el tribunal popular consideró que el imputado no planeó el crimen, pero, 'sabiendo la intención' de Haritz Alkorta, quien se suicidó días antes del juicio, 'de matar' a su jefe, le 'facilitó los medios', una escopeta y dos cartuchos, para acabar con la vida del empresario y luego le ayudó a enterrar el cadáver.

El jurado estimó que la confesión de Giménez fue 'relevante' para esclarecer el crimen, ocurrido en 1998, por lo que aceptó que se aplique la atenuante de arrepentimiento al acusado, que durante el juicio sostuvo que facilitó el arma sin saber para qué iba a ser usada. El jurado descartó que el imputado sufriese una 'alteración psíquica que le limitara su facultad para comprender la ilicitud del hecho'.

A la vista de la resolución del jurado, el fiscal mantuvo su petición de 15 años y seis meses de cárcel para Giménez como cooperador necesario de un delito de asesinato y otro año y medio por un delito de tenencia ilícita de armas. Solicitó además el pago de 50 millones de pesetas a cada uno de los dos hijos de Patxi Alonso en concepto de indemnización.

El abogado de la acusación que representa a los dos hijos de la víctima demandó diez años y un año de reclusión, respectivamente, por los mismos delitos, así como una indemnización de 50 millones de pesetas para cada vástago. Por su parte, el letrado que actúa en nombre de los hermanos y la madre de Alonso pidió 16 años y un año y medio de cárcel, respectivamente, además de una indemnización de 60 millones.

La defensa de Giménez, que había solicitado una condena de seis meses de cárcel por encubrimiento o, alternativamente, tres años por complicidad, reclamó que se considere 'muy cualificada' la atenuante de arrepentimiento y que se imponga a su defendido una pena de entre siete años y medio y diez. El juez tendrá que fijar ahora en su sentencia la condena.