La elección de Carcaixent para construir un gran centro comercial de Eroski suscita una polémica en Alzira

La elección de Carcaixent para instalar un centro comercial del grupo Eroski ha provocado un terremoto político en Alzira, la otra candidata, al responsabilizarse gobierno y oposición de que no se inviertan los 12.000 millones previstos en la capital de la Ribera Alta. El centro, que se instalará muy próximo a Carcaixent y a poco más de un kilómetro de Alzira, constará de una zona de ocio con restaurantes y 10 salas de cine, una galería comercial con un centenar de tiendas y un hipermercado, que ocuparán unos 150.000 metros cuadrados y darán empleo a más de 400 personas. La satisfacción del consistorio de Carcaixent, gobernado por la alcaldesa del PP Lola Botella, que ha contado con el apoyo de toda la oposición, contrasta con el cruce de acusaciones surgido ayer en Alzira, tras anunciar el consejo de administración de Eroski reunido en Bilbao su decisión.

La portavoz del PP en Alzira, Elena Bastidas, no dudó en solicitar la 'inmediata dimisión' del alcalde, Pedro Grande (PSPV), por su 'incompetencia e incapacidad' para conseguir la instalación del centro comercial después de que la primera propuesta de la empresa vasca llegara al consistorio alzireño hace más de dos años. Grande se apresuró a manifestar que no dimitirá y que si Bastidas quiere la alcaldía debe reunir los 11 votos necesarios para una moción de censura. El PP tiene cinco concejales, mientras que el gobierno municipal de PSPV, UV y EU dispone de 10 concejalías de las 21 de la corporación.

El alcalde, tras manifestar que tiene 'la conciencia tranquila' acusó al PP y al Consell de dar las 'máximas facilidades' para que Eroski se fuera a Carcaixent. Según Grande, la Consejería de Obras Públicas ha desbloqueado la construcción de una avenida que desde hace dos años estaba proyectada para unir las dos ciudades mientras que 'está retrasando desde septiembre' la aprobación del plan urbanístico que el Ayuntamiento presentó hace unos 18 meses. La parcela elegida por la mercantil vasca en Alzira requería un cambio del PGOU.

Los empresarios locales también mostraron su indignación porque Eroski había negociado con ellos incluso la constitución de una mercantil para gestionar la galería comercial. Desde Carcaixent se consideró 'muy importante para su desarrollo económico' la primera inversión de envergadura en 30 años, según el concejal de Promoción Económica José Vicente Oltra.