El Ejército ha tenido más bajas que altas de soldados este año
El proceso de profesionalización de las Fuerzas Armadas atraviesa una situación crítica en vísperas de que el mes próximo desaparezca definitivamente el servicio militar obligatorio.
Según los datos facilitados por el Ministerio de Defensa al diputado socialista Alberto Moragues, el número de soldados profesionales del Ejército de Tierra no sólo no ha aumentado en los nueve primeros meses de este año sino que se ha reducido, ya que las bajas han sido más numerosas que las altas.
En concreto, entre enero y septiembre se incorporaron al Ejército de Tierra 4.022 soldados profesionales, mientras que se dieron de baja 4.313, lo que arroja un saldo negativo de casi 300. Algo mejor es la situación de la Armada, con 1.358 altas y 807 bajas, y casi envidiable la del Ejército del Aire, con 1.968 altas y 818 bajas.
El 90,9% de los soldados que se dieron de baja en el Ejército de Tierra y el 92,4% de los que abandonaron las Fuerzas Armadas lo hicieron por voluntad propia y menos del 10% por decisión de la Administración.
Dentro de la cifra de 78.534 soldados profesionales que el Ministerio de Defensa daba oficialmente a fecha 1 de septiembre se incluyen 5.841 alumnos en centros de formación que aún no habían firmado su contrato. En realidad, el número de soldados profesionales en activo era después del verano de 72.312, por lo que las bajas entre enero y septiembre representaron el 8,9% de los efectivos de tropa del Ejército de Tierra, el 5,9% de la Armada y el 7,5% del Ejército del Aire.
De los aproximadamente 90.000 jóvenes sorteados hace un año para incorporarse a la mili se han puesto el uniforme 6.995. Los últimos quintos, que se licenciarán en diciembre, son 1.244.
Enmienda del PP
El Grupo Popular ha presentado una enmienda al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2002 que reduce de 102.500 a sólo 86.000 los efectivos de tropa profesional a alcanzar en diciembre del año próximo. Esta cifra no sólo es más realista a la vista de la situación actual, sino que se corresponde, según el PP, con la cantidad de dinero efectivamente consignada para contratar nuevos soldados (2.404 millones de pesetas).
El Ministerio de Defensa ha puesto en marcha una serie de medidas para intentar impulsar el proceso de profesionalización. La principal fue la aprobación del nuevo decreto de retribuciones, que eleva el sueldo de los suboficiales y de los soldados profesionales a partir del segundo año de servicio, lo que supondrá el año próximo un gasto de casi 20.000 millones de pesetas.
El Consejo de Ministros aprobó además el pasado viernes el nuevo decreto de pensiones e indemnizaciones para los soldados profesionales, cuyo coste económico se estima en 850 millones de pesetas. Por el contrario, Defensa ha aparcado por ahora la idea de alistar a los inmigrantes de países suramericanos.
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