La alumna más avanzada
Una mujer de 87 años se matricula por segundo año en la Universidad de Huelva
El saber no ocupa lugar, 'ni tiene edad', mantiene María Luisa Pazos Fábrega, nacida en Huelva hace 87 años, que forma parte, junto con otros 156 alumnos, del Aula de Mayores de la Universidad de Huelva. Para esta peculiar estudiante, abuela de 15 nietos y un biznieto, 'nunca es tarde para aprender, aunque algunos viejos y viejas opinen todo lo contrario'.
María Luisa es una mujer elegante, impecable en el trato, que mantiene en el semblante una sonrisa sempiterna. En 1985 consiguió el graduado escolar, a los 71 años, y, ahora, a cuatro meses de cumplir los 88, defiende que la universidad, adonde acude cada día, de lunes a jueves, de 18.00 a 20.00 horas, 'es un lugar de ocio, de entretenimiento, y un sitio en el que he aprendido, por ejemplo, qué es y cómo se produce un huracán'. Todo un ejemplo para los más jóvenes.
La alumna explica que fue su hija, profesora de adultos, la que le propuso asistir a clase tras la muerte de su marido. 'Ella me decía que para poder viajar con ella y con otros alumnos tenía que tener el graduado. El examen no fue fácil, sobre todo cuando me pidieron que citara cinco ríos de Europa y ninguno de los que puse era español. ¡Vaya fallo!', explica sonriendo.
En septiembre del año pasado se enteró a través de una amiga de que la Universidad de Huelva abría sus puertas a hombres y mujeres mayores de 55 años, y no lo dudó. El Aula de Mayores, que se desarrolla en el campus del Carmen, ofrece un programa de desarrollo social, cultural y científico, dirigido a promover la ciencia y el saber en el ámbito de los mayores.
Allí, María Luisa, la alumna de mayor edad, ha participado ya en distintos cursos sobre Salud y Calidad de Vida; Tecnología en la sociedad actual y Geografía de la provincia de Huelva, entre otros. A pesar de todo, expresa una queja: 'No me dejan examinarme y no me mandan deberes para hacer en casa'. Y es que esta mujer, a diferencia del resto de alumnos, está exenta de obtener créditos para conseguir el diploma final. Ella, no obstante, recibirá el certificado firmado por el vicerrector y por el coordinador general del Aula de Mayores.
'Lo que más me divierte de las clases son los debates y las conversaciones que mantenemos los alumnos y el profesor. A mi me encanta conocer cosas nuevas. El año pasado nos enseñaron una serie de ejercicios mentales para mejorar nuestra salud física, y los hago todas las mañanas', asegura María Luisa, sin perder detalle de cualquier cosa que ocurra a su alrededor. No para de observar.
CompañerismoSu relación con el resto de compañeros es magnífica. 'Ellos me animan cada día a que siga adelante, que no lo deje, porque hacemos una convivencia deliciosa y nos divertimos mucho. Todos juntos hacemos puestas en común de diversos temas, además de participar en visitas guiadas y excursiones dentro y fuera de la provincia'.
A esta mujer, que ha visto pasar por su lado a tres generaciones, le encanta la informática, 'aunque no quieren comprarme un ordenador', lamenta. Durante el pasado año se acercó a Internet, durante un curso del Aula, y reconoce que no se le da mal: 'Me gusta mucho entrar en la Red porque puedo enterarme de muchísimas cosas sin moverme del sitio'.
Esta estudiante octogenaria, 'aventajada', según los coordinadores del aula, no encuentra razones para preocuparse por el futuro de la juventud actual: 'Los chavales de ahora son maravillosos y muy sinceros, entre otras cosas no están llenos de tabúes, como nos ocurría a nosotros. Eso les permite estar atentos a todo lo que pasa y formar parte activa de la realidad'. Por el contrario, lo que no le interesa nada es la política, 'ya que los políticos dicen muy pocas verdades. Sus mensajes están llenos de embustes y mentiras. No son de mi agrado', asegura con un tono que denota cierta indignación.
María Luisa Pazos recomienda a la tercera edad que se interese por esta propuesta universitaria: 'No puedo entender como algunas personas, hombres y mujeres mayores, han tirado la toalla y piensan que no sirven para nada. Estoy segura de que hay un montón de viejos que aún se sienten jóvenes y a los que no les importaría formar parte del aula de mayores'.
Esta iniciativa, que cuenta con el apoyo de la Consejería de Asuntos Sociales de la Junta de Andalucía, pretende que los participantes sean los protagonistas de un intercambio generacional y, en definitiva, un lugar de encuentro para que se compartan deseos y experiencias.
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