'La crisis es un reto para la formación'
La situación económica puede reducir la inversión de las empresas en sus empleados
ESADE ha abierto sus puertas en Madrid. La escuela, que tiene más de 40 años de historia en Cataluña se ha gastado 1.400 millones de pesetas para tener todo a punto en su nueva sede. Su director en la capital es Guillermo Cisneros, que afronta el reto con el crédito que supone el nombre de la institución.
Pregunta: ¿Por qué ha decidido ESADE abrir sede en Madrid?
Respuesta: Es un paso lógico en el proceso natural de desarrollo de la escuela, tras su consolidación internacional, en Europa y en América Latina.
P: ¿La oferta es la misma?
R: Vamos a poner en marcha los programas MBA y otros más específicos para profesionales que están desarrollando su carrera en un área funcional determinada, como dirección de marketing. Otra actividad importante, que nace de la demanda de las empresas, es la formación a medida, lo que se llama formación in company. Esperamos formar a unas 1.200 personas al año.
'La inversión que exige un 'master' tiene un efecto directo en la carrera profesional y se recupera'
P: ¿Tiene autonomía el nuevo centro?
R: Esade funciona como una institución única, por lo tanto los programas son únicos, al igual que su contenido, su esencia, el claustro, que es de 110 profesores con dedicación casi exclusiva a la docencia a los que hay que sumar otros 250 más, su enfoque y su network [la red de relaciones entre alumnos]. Esto va a permitir sinergias importantes. No va a haber ninguna diferencia más allá de la adaptación a referentes más próximos.
P: ¿Tiene efecto la situación económica sobre las matrículas?
R: La sensación que tenemos es muy positiva. Evidentemente la crisis tiene repercusiones, que van a ser muy diferentes según de dónde parte la iniciativa formativa. Posiblemente las empresas pueden acabar restringiendo sus presupuestos para formación. Es una decisión natural. Pero, por otra, el entorno competitivo va a requerir que las personas estén más preparadas y que la formación sea de más calidad. Esto es un reto porque el nivel de exigencia individual y de la empresa va a ser mucho mayor.
P: Las grandes escuelas han vivido un proceso de internacionalización en los últimos años, ¿quiere esto decir qué da igual dónde se forma un directivo?
R: ESADE está consolidada como una de las 10 mejores escuelas de negocios europeas. Nuestros programas acogen a muchos estudiantes internacionales. En estos momentos España está al más alto nivel en la formación de directivos. Madrid, como ciudad, ocupa una posición privilegiada, con varias escuelas de prestigio internacional.
P: ¿A qué cree que se debe?
R: Es una cuestión de tradición. Esade tiene 44 años de historia y otras instituciones también tienen arraigo. América Latina, la apertura hacia Europa han sido retos muy importantes.
P: ¿Es elitista esta formación?
R: Estamos hablando de programas de un alto nivel de calidad y exigencia, con un excelente profesorado y que incluye estancias internacionales. Son inversiones que tienen mucha menor implicación que otras decisiones de consumo que se toman a veces mucho más alegremente. Estos programas tienen un impacto decisivo sobre el desarrollo profesional. Lo que hay que analizar es el retorno de esa inversión.
P: ¿Eso se puede calcular?
R: La revista Forbes lo acaba de hacer y concluye que la retribución de un directivo se triplica con un MBA en Esade.
P: ¿Ese cálculo lo hacen los directivos que quieren mejorar su formación o son las empresas quienes desean empleados mejor formados?
R: Depende del programa, de la escuela y de la empresa. Buscamos directivos que quieran mejorar, pero también que sus empresas apuesten por ellos. Creemos que así son mayores las sinergias.
P: Este tipo de escuelas tienen fama de fomentar la competitividad entre los participantes.
R: En nuestro caso no. Toda la sistemática de trabajo se basa en la cooperación. La imagen del directivo individualista y solitario ya no existe.
P: Hoy hay centenares de escuelas de negocios en España, ¿hay mercado para tantas?
R: Está segmentado y existe un reconocimiento muy claro de cuáles son las instituciones que destacan. Es un sector que ha crecido muchísimo y que tendrá que sufrir en el futuro su proceso de racionalización, que aún no ha empezado. Hace unos años tener una licenciatura era suficiente, hoy en día se da por descontado; la formación que damos era una posibilidad y empieza a ser un requisito. Los niveles de exigencia irán creciendo, lo que requerirá nuevos enfoques. Es un sector en transformación.
Apuntes de la globalización
Si hay un aspecto que marca el contenido del nuevo curso en la escuela de negocios Esade, una de las entidades españolas habituales en los ranking de los master en dirección y administración de empresas (MBA) más prestigiosos del mundo, es la globalización. La tecnología se ha hecho un hueco en los últimos años, así como las referencias continuas a mercados globales. La presencia de alumnos extranjeros, que en algunos programas alcanza el 80% del total; la extensión de estancias en escuelas y universidades europeas y estadounidenses para los estudiantes y el intercambio de profesores con los mismos centros, son sólo tres ejemplos de la nueva situación. Esade tiene más de 10.000 alumnos repartidos por sus centros -además de la escuela de negocios tiene otras de turismo, derecho e idiomas- y una red de 20.000 antiguos alumnos. Tiene acuerdos con 100 universidades y escuelas de todo el mundo y factura unos 5.000 millones de pesetas al año. Esta tendencia, que se refleja en todos y cada uno de los programas, pero con más fuerza en el Executive MBA, el MBA Full Time, y Global e-business, se combina con una personalización mayor de los programas, una demanda de los directivos y ejecutivos que forman el alumnado de la escuela.
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