Los puntos de la discordia

Sobre la mesa los estudiantes debaten durante estos días los aspectos de la LOU que de manera más directa inciden sobre ellos. Las cuestiones más espinosas de la reforma que ha impuesto el PP son las referentes a las pruebas de acceso a la Universidad, ya que la selectividad se dejará al criterio de cada centro. Los alumnos temen que el nuevo sistema 'multiplique' el número de exámenes y complique los trámites para los alumnos que quieran cambiar de centros o estudios.

Tampoco gusta la reducción del nivel de representación en los órganos de gobierno, así como rechazan que siendo los alumnos númericamente los más representativos en la Universidad sean los que menos cuenten en la elección del rector con un sistema de voto libre ponderado. Los estudiantes defienden el papel del Claustro como órgano de debate interno, lamentan que el nuevo sistema de habilitación del profesorado no garantice con la endogamia, y exigen que la nueva Agencia de la Calidad sea 'independiente y ajena a la injerencia política'. También centran sus demandas en la mejora de la calidad docente y en las pruebas de acceso a la enseñanza superior.

Está previsto que hagan públicas las conclusiones que trasladarán al Ministerio de Educación.