Los trabajadores de Gamesa paralizan la producción en su primera jornada de huelga
La firma aeronáutica rompe con la compañía Swearingen un contrato por 50.000 millones
El primer día de huelga en la división aeronáutica de Gamesa aeronáutica contra el anunciado despido de 500 trabajadores por la crisis del sector paralizó por completo la planta alavesa de Miñano, según los sindicatos. La empresa acusó a los trabajadores de impedir por la fuerza la entrada a la factoría. Por otro lado, Gamesa se ha quedado sin un importante contrato suscrito en 1996 con la compañía estadounidense Swearingen, para la fabricación de las alas y el fuselaje de un avión para ejecutivos denominado SJ-30, que iba a suponer una facturación de unos 50.000 millones de pesetas.
Las relaciones entre Gamesa y Swearingen se habían complicado hace bastante tiempo, al parecer por los cambios de diseño que introducía la firma estadounidense cuando en Gamesa ya se tenían muy adelantados los diseños de los prototipos y la línea de montaje, según publicó ayer El Correo y confirmaron fuentes sindicales. Estas modificaciones provocaron que el programa de producción sufriera importantes retrasos, con repercusiones en los precios de los componentes. Gamesa intentó dirimir estas discrepancias mediante el sistema de arbitraje, pero ante la imposibilidad de solucionar la situación creada terminó demandando a Swearingen ante la Corte Judicial de San Antonio (Texas, EE UU.), reclamando indemnizaciones por incumplimiento de contrato. Todo ello ha llevado finalmente a que ambas compañías den por rota su relación contractual.
En el frente interno, la primera jornada de huelga convocada contra el despido anunciado de 500 trabajadores paralizó completamente la producción en la planta de Gamesa Producciones Aeronáuticas de Miñano (Álava). Fuentes de la empresa acusaron a los piquetes informativos de haber intimidado a los empleados querían incorporarse a su puesto de trabajo y de haber impedido el paso a 450 personas de otras sociedades del grupo que no estaban llamadas al paro. La huelga está convocada para los martes y jueves como protesta ante la supresión de empleos debida a la crisis del sector tras los atentados del pasado 11 de septiembre en EE UU.
Las centrales ELA, LAB, UGT, USO y CC OO suspendieron finalmente una manifestación prevista para ayer y optaron por concentrarse en las puertas de la planta de Miñano como medida de 'presión'.
El diputado alavés de Administración Foral, Local y Desarrollo Comarcal, Carlos Samaniego, afirmó ayer que, desde el mismo día que Gamesa anunció su intención de regular el empleo de 500 de sus trabajadores, la Diputación foral trabaja para su recolocación. Para ello considera necesario saber 'cuál es el perfil de las personas de las que la empresa va a prescindir para tratar de ofrecerlas a empresas alavesas'. En este sentido, Samaniego aseguró que Gamesa aun 'no tiene muy claro' cuál va a ser su política a seguir y destacó que 'es normal' que las instituciones públicas se mantengan alerta ante la intención de regular el empleo en la empresa aeronáutica.
La empresa, que coincide en la línea de la Diputación, señaló ayer en un comunicado, que continúa manteniendo reuniones al más alto nivel con instituciones públicas y privadas con el fin de encontrar soluciones que permitan reducir o minimizar los efectos de la crisis que está atravesando por la difícil coyuntura del mercado de la aviación comercial a nivel internacional.
Por otro lado, el presidente del Cluster Aeronáutico del País Vasco (Hegan), Joaquín Coello, reconoció ayer en un comunicado que la situación que vive el sector es más 'incierta' de lo que inicialmente se había previsto. En este contexto, a la vista de la evolución del mercado de la aviación civil y las manifestaciones de los fabricantes, ha advertido que el sector aeronáutico mundial se encamina hacia un 'ciclo recesivo en los tres o cuatro años, más que a una situación coyuntural de corta duración como pudo pensarse en un primer momento'.
Coello argumenta esta afirmación en las previsiones de entrega de aeronaves de 100 plazas. Hace sólo un mes se preveía en este segmento un descenso del 6% en el 2002, pero finalmente parece que la disminución será del 25%. Esta reducción de pedidos afecta con mayor intensidad a los fabricantes de aviones regionales, como es el caso de la firma brasileña Embraer, para el que trabaja Gamesa.
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