Una instalación considerada de interés 'estratégico'

La elaboración de la declaración de impacto medioambiental necesaria para poner en marcha la central térmica de Morata de Tajuña está siendo realizada por el Ministerio de Medio Ambiente y no por el Gobierno regional, porque se trata de una planta de generación de energía eléctrica que tiene la consideración de 'estratégica' para los intereses nacionales. Está, por tanto, al mismo nivel administrativo que las autopistas de peaje, las cárceles y los pantanos.

La Comunidad, a pesar de contar con una Consejería de Medio Ambiente propia, sólo puede alegar contra el proyecto si lo considera oportuno. Y esto es lo que ha hecho. El Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón presentó ante el ministerio unas duras alegaciones que reclamaban grandes controles sobre la emisión de las sustancias contaminantes que saldrán por las cuatro chimeneas de la central y sobre los elementos químicos que se posarán en los alrededores (inmisión).

La Consejería de Medio Ambiente que encabeza Pedro Calvo exigió disponer de 'información pormenorizada' de todas las emisiones de la planta y un 'control mensual de los mecanismos instalados para la reducción de la emisión de los óxidos de nitrógeno', así como análisis en continuo de las emisiones de anhídrico carbónico, partículas y compuestos orgánicos.

Además, 'y con el fin de que la Comunidad de Madrid pueda tener un conocimiento adecuado de la evolución de las emisiones, el promotor instalará', se indicaba en las alegaciones de la consejería, 'un sistema para almacenar los datos objeto de control' que deberá estar situado en las instalaciones de la propia Consejería de Medio Ambiente (calle de Princesa, 3).

Con esta medida, la consejería busca poder comprobar, 'cuando lo considere oportuno', los datos de emisión e inmisión de la planta sin tener que depender de análisis o comprobaciones del promotor.