Puntualización del presidente de la CGE
Acogiéndome a la objetividad que caracteriza a EL PAÍS, quisiera matizar la información que se publicó el pasado día 24 sobre el encuentro que sostuve con los medios informativos granadinos en la sede de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), con el fin de explicar la postura de nuestra organización ante las próximas elecciones que renovarán los órganos de dirección de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Granada. Quiero aclarar ante todo que comparecí ante los medios como vicepresidente de la CGE y no como presidente, como equivocadamente se indica.
En la información se ha ofrecido una interpretación subjetiva sobre mis manifestaciones, atribuyéndoles unos términos que no se corresponden con lo que allí se dijo, ni mucho menos con la postura de los empresarios antes aludida.
En el transcurso de la reunión en ningún momento se expresaron acusaciones ni críticas contra Antonio Robles, actual presidente de la Cámara, es más, yo mismo reiteré que sólo haría una crítica a su gestión cuando estuviera delante y pudiera responder, lo cual no es ningún desafío, sino un ejercicio de libertad de opinión.
Lo que en substancia quise transmitir es la necesidad de que el funcionamiento de la Cámara de Comercio sea más participativo, dentro de los límites que le marca su condición de corporación de derecho público, para lo cual una buena fórmula sería contar con la representatividad de las asociaciones empresariales integradas en la CGE, con el fin de que los integrantes de sus órganos de dirección no sólo se representen a sí mismos, sino a sus sectores de actividad.