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Pimentel novela el choque de la intolerancia y la solidaridad en un pueblo en rápido crecimiento

El ex ministro de Trabajo y Asuntos Sociales presenta 'Monteluz' en Sevilla

Manuel Pimentel (Sevilla, 1961) ha escrito una novela sobre el choque de la intolerancia y la solidaridad en un pueblo en rápido crecimiento. El ex ministro de Trabajo y Asuntos Sociales presentó ayer su novela Monteluz en la Casa del Libro de Sevilla. 'Monteluz es cualquier pueblo que haya sufrido un cambio profundo. En España hay muchos Monteluz. Son poblaciones que han pasado de 2.000 a 100.000 habitantes en muy poco tiempo', explicó. Esos crecimientos de población van unidos a la aparición de numerosos problemas sobre los que Pimentel intenta poner luz.

Monteluz, que ha sido editada por Planeta, lleva como subtítulo Una ciudad entre la esperanza y el miedo. Pimentel puso como ejemplo de la localidad de su novela 'esos pueblos de la costa de Murcia y Alicante, con esos castillos que eran puestos de lagartos y chumberas' y que en unos años crecieron de forma exagerada. Y el crecimiento trajo complicaciones que no existían antes: afluencia de dinero, llegada de inmigrantes, especulación urbanística, deterioro del medio ambiente, nuevos valores sociales y culturales que chocan con la visión del mundo de las viejas generaciones...

Ingeniero agrónomo, licenciado en Derecho y diplomado en alta dirección de empresas, Pimentel es autor de otra novela, Peña Laja, donde bucea en el origen del ser humano a partir de la ciencia actual. Pimentel dejó su cargo de ministro al discrepar con la línea del Gobierno de José María Aznar.

Marcelo Sitges, un joven licenciado, llega a Monteluz para cumplir el encargo de un editor. Allí se encuentra una ciudad en plena ebullición en la que las fuerzas vivas niegan a una eurodiputada nórdica la existencia de un conflicto racial. A partir de este pórtico la novela se adentra en un territorio en el que se entreveran tragedia y misterio.

Pimentel señaló que en Monteluz aparecen muchos de los aspectos que marcan estos días, tales como 'el debate de la globalización-antiglobalización, el choque de culturas y el envejecimiento de la población'. 'Monteluz es una novela de debate social. Si hay una vía de salida para nuestra sociedad, que no sé cuál será, ese camino debe pasar por el respeto a las ideas de los demás y el conocimiento mutuo', indicó Pimentel. 'Monteluz es una novela que pretende divertir, pero manteniendo un trasfondo de debate social. No hay moralina ni tampoco pretendo nada. No he escrito un libro de denuncia ni un libro de compromiso', resumió.

La novela dedica también un interés notable por la historia de las bibliotecas. 'Es curioso que siempre que ha habido en la historia un fanático excelso, siempre ha querido quemar libros. En Monteluz aparecen bibliotecas que fueron quemadas. Sólo hay una biblioteca con final feliz, que es la Biblioteca Colombina de Sevilla', relató el ex ministro.

Pimentel rechazó cualquier visión maniquea de la realidad. 'No seré yo quien diga que esto es lo bueno y que esto es lo malo. En esta sociedad queremos mirar hacia otro lado cuando hay acontecimientos que no nos gustan. Si escribes sobre ello, basta para que te posicionen en un cierto nivel', dijo. 'Y ya se sabe que en esta sociedad el medio es el mensaje', señaló Pimentel parafraseando la célebre máxima del sociólogo canadiense Marshall MacLuhan.

Pimentel recalcó una obviedad: no comparte las opiniones de muchos de sus personajes. 'Hay ciudadanos que odian la Ley de Extranjería y otros la aman. Es un debate que está en la barra de los bares. Basta poner en el papel cosas que salen en los periódicos. Hay personas que quieren aplicar una Ley de Extranjería mucho más dura y que creen que lo hacen por el bien de su pueblo', afirmó el autor.

ManiqueísmoEl ex ministro confesó que es 'optimista' a medio plazo. Con todo, quedan, a su juicio, unos años que van a ser difíciles. 'Vamos a ir hacia el maniqueísmo durante unos años. Y eso es fatal. Las sociedades tienen a veces épocas de aires de gesta. Debemos darnos cuenta de que tenemos que convivir con personas de otras culturas y con el medio ambiente', dijo.

El ex ministro mostró su inquietud ante la existencia de actitudes de anarquía frente a los problemas de la sociedad contemporánea. 'Me preocupa un sentimiento de cierta anarquía que aparece como una tendencia dentro de nuestro seno. Es una tendencia de un anarquismo que creíamos superado', aseveró.

Pimentel indicó que la literatura es una vocación que le ha pinchado desde niño. 'La escritura es como un desdoble de personalidad. Mi vida es lo menos bohemio que hay. Es una vida absolutamente burguesa, impersonal, adocenada en el sentido de orden y rigor. Escribo por las noches y los fines de semana', señaló Pimentel.

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