Inspeccionada la tienda donde trabajaba la mujer hallada muerta en la Casa de Campo

Agentes de las Brigadas de Policía Científica y del Grupo de Homicidios, junto con una comisión judicial, reconstruyeron ayer el asesinato de Susana Valdivia, de 27 años, la dependienta de una boutique de ropa que fue hallada muerta el pasado sábado en el cerro Garabitas, en la Casa de Campo. El ex novio y jefe de la víctima, Julián García Bouix, de 36 años, único detenido por el caso, fue llevado a la tienda que regenta para dilucidar si mató a su empleada. Los investigadores sospechan que el homicidio pudo producirse en ese establecimiento próximo a la glorieta de Cuatro Caminos.

Susana Valdivia fue hallada por un ciclista el sábado por la mañana en la Casa de Campo. Estaba tirada boca arriba dentro de una zanja. Presentaba hematomas en ambos ojos, una herida sobre la ceja derecha y derrame en el lado izquierdo de la cara, que aparecía muy hinchada. La causa de la muerte, según todos los indicios, fue una gran herida en la base del cráneo.

García Bouix llegó ayer esposado, a las 10.30, a la tienda de su propiedad, llamada Élite, que se encuentra en el número 22 de la calle de Jaén, en el barrio de Cuatro Caminos. Los policías comenzaron a hacer una inspección ocular en el interior del establecimiento, incluida la trastienda y el acceso que tiene por un portal contiguo. Los investigadores se centraron de manera especial en la puerta de entrada al local y en un paragüero situado cerca de ésta. Tras terminar la inspección ocular, el detenido salió escoltado y sin esposar, rodeado de policías y agentes judiciales. Entró en un aparcamiento contiguo, donde éstos, supuestamente, inspeccionaron su vehículo.

TranquiloGarcía Bouix se mostró sereno en todo momento y negó su participación en la muerte de su ex novia, según fuentes policiales. Declaró que estaba con otras personas el día y a la hora en que Susana fue asesinada. La policía mantuvo ayer que el detenido García Bouix mató supuestamente a su empleada en la tienda. Sin embargo, fuentes policiales no explicaron qué arma fue utilizada para darle muerte ni en qué vehículo fue trasladado el cadáver de la víctima hasta el cerro Garabitas, en la Casa de Campo. Fuentes de la investigación descartaron que participaran más personas en el crimen, cuyo móvil, según la policía, han sido los celos. Una aspecto claro desde el primer momento es que Valdivia fue llevada hasta la Casa de Campo después de ser asesinada, ya que sus calcetines estaban limpios de barro y hierba, a pesar de las fuertes lluvias que se registraron en la región la semana pasada. Tampoco había restos de sangre junto al cadáver, pese a las graves heridas que presentaba.

Varios vecinos del detenido señalan que la dependienta había convivido con García Bouix hasta el pasado mes de septiembre, cuando se produjo la ruptura de la pareja. Habían sido novios durante siete años. Esto motivó que la mujer volviera a la residencia de sus padres, en Móstoles. 'Un sábado de septiembre vimos a esa mujer cuando salía del domicilio con muchas maletas y pensamos que se marchaba porque había encontrado otro trabajo. La sorpresa fue que el lunes siguiente la volvimos a ver en el trabajo, como un día cualquiera', señalaron vecinos de la calle de Jaén. Ayer todavía figuraba el nombre de la fallecida en el buzón postal de la vivienda de García Bouix, en la misma calle de Jaén.

Otros conocidos de la víctima explicaron que ésta seguía trabajando en la boutique porque tenía un contrato vigente hasta el próximo diciembre. 'Los problemas comenzaron hace dos años. La pareja no se llevaba bien... hasta que al final lo dejaron', añadieron otros vecinos. Éstos describieron a la víctima como 'una persona introvertida y reservada, de 1,70 metros de altura, rubia, de ojos castaños y muy guapa'. 'Se cuidaba mucho y era muy agradable', explicaron. El detenido residía en la zona de Cuatro Caminos 'de toda la vida', igual que su padre, que se dedica a la construcción.