Miguel Bosé dedica una canción a su padre en el disco más íntimo de su carrera

Hasta ahora, nunca le había interesado hablar de sí mismo, pero Miguel Bosé (Panamá, 1956) parece encontrarse en un momento de su vida como para hacer confidencias. El músico reaparece, tras cinco años sin disco nuevo en el mercado, con Sereno, un álbum con 11 cortes en los que muestra su lado más íntimo. En esa línea compuso El hijo del capitán Trueno, una canción llena de ironía en la que habla de la relación con su padre, el torero Luis Miguel Dominguín, y que le sirve para resolver 'de manera terapéutica' el conflicto padre-hijo.

Bosé pasa por ser amante de las performances y la factoría Warner no parece dispuesta a reparar en gastos para promocionar a uno de los niños de sus ojos. La entrada de Miguel Bosé en la sala del Teatro Real donde ayer se presentó Sereno estuvo precedida de una audición del disco, comentada por el periodista Santiago Alcanda. El tapiz que adorna la pared de la sala del Real se cubrió de rosa capote para recibirle, pero él optó por un pantalón y una camisa amplia de tono rojo.

'Este disco ha surgido de forma poco habitual. El orden de las canciones es el orden en el cual fueron naciendo', reconoció el músico, que vivió la preparación del álbum encerrado en su estudio de Somosaguas. 'Ni siquiera dormía en mi cuarto, llegué a sentirme como un náufrago. Es un disco muy vivo y diferente a todo lo que he grabado. Hay puertas que se abren y perros que ladran. Es mi territorio'. Sereno se pone a la venta el 31 de octubre.

Bosé, que suele tener respuesta para todo, no pudo explicar por qué le ha salido un disco tan íntimo. Nunca en 25 años de actividad artística había sido capaz de hablar de sí mismo. Había preferido contar historias ajenas, dejando de lado su propia vida, porque le interesaba más 'contar otras historias que nunca viviría y hablar de sensaciones que nunca tocaría'. El cantante y compositor es autor de 10 de los 11 temas del disco: 'Sereno no significa estar en un estado de éxtasis'. A los 45 años de edad, asegura estar viviendo un momento de madurez en el que se siente fuerte y con autoridad sobre sí mismo. En ese estado de ánimo escribió Gulliver, la historia del último hombre sobre la tierra, o El hijo del Capitán Trueno -'El hijo del Capitán Trueno / nunca fue un hijo digno del padre, / salió poeta y no una fiesta, / hijo de su madre'-.

Sobre la relación entre el torero y el niño que fue Miguel Bosé, el músico contó que de pequeño quería ser oceanógrafo, pero su padre siempre le respondía que si le gustaban los peces por qué no se dedicaba a pescar.

Miguel, finalmente, fue lo que quiso ser, y Sereno tiene mucho de declaración de intenciones. 'Uno escribe las canciones por necesidad. En ese momento, no piensas en la gente'. Sereno es también un disco plagado de colaboraciones. Alejandro Sanz canta una canción con él; Antonio Carmona toca el cajón en otra, y Álex Gonzáles, batería de Maná, también interviene.

Siempre sonriente, Bosé contestó a todo tipo de preguntas. Dijo que meterse el dedo en la nariz era uno de sus vicios incorregibles, o que 'abrir puertas y acercar sillas' era su gesto preferido en el amor'.