Rato confía en un pacto con ventajas para las empresas y los trabajadores

El vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, mostró ayer su convencimiento de que la 'responsabilidad' de los agentes sociales dará como resultado un acuerdo con 'grandes ventajas para las empresas y los trabajadores y el conjunto de los intereses generales'. Sobre plazos, no quiso concretar más allá de que 'las cosas hay que hacerlas en un tiempo'. El Gobierno, según Rato, sí tiene 'interés' en conocer más a fondo la iniciativa de patronal y sindicatos, y en cómo diseñan su proyectado acuerdo interconfederal para 2002.

Sobre el nuevo escenario de diálogo, el presidente Aznar pasó ayer de puntillas en su intervención ante el congreso de empresarios. Tan sólo afirmó: 'Tenemos que trabajar por tener el país más flexible posible'. Aznar habló en privado del asunto con el presidente de CEOE, José María Cuevas, quien le agradeció su 'sensibilidad' para aceptar la propuesta unánime de las organizaciones empresariales y sindicales de marcar como prioridad los contenidos de los convenios de 2002, y aparcar la reforma normativa de la negociación colectiva.

Esa conversación entre los dos dirigentes se produce tras el desbloqueo del diálogo social que ha solapado el cruce de acusaciones que se dirigieron ambos la pasada semana. Para Cuevas, ese percance no constituye un encontronazo, sino 'la demostración del cariño que le tengo al presidente del Gobierno', al que reprochó, al parecer con mucho afecto, no saber 'absolutamente nada de convenios'.

En los contenidos del nuevo pacto van a empezar a trabajar de inmediato los responsables de CEOE con los sindicatos CC OO y UGT. Cuevas no descarta que la aplicación de ese acuerdo interconfederal tenga 'una proyección más amplia de un año'.

El secretario de Política Económica del PSOE, Jordi Sevilla, calificó ayer de 'gran fracaso del PP y del Gobierno Aznar' el fallido intento de imponer su modelo de reforma de la negociación colectiva. Además, cree que se abre la posibilidad de que los agentes sociales firmen un 'gran acuerdo interconfederal', que sea capaz de restablecer una 'política de moderación salarial razonable y pactada'.