El guiñol de Canal + edita un libro con entrevistas a 21 personajes reales
Pío Cabanillas y Jesús Caldera elogian el programa en la presentación
Son ya 7.000 gags desde 1995. Seis años haciendo reír al público y sufrir a políticos y a famosos desde un sarcasmo a prueba de bombas que ha acabado creando dos paradojas. Una: si no tienes guiñol, no eres nadie. Dos: los personajes reales tienden a parecerse a su guiñol, y no al revés. Ayer se presentó en Madrid 21 personajes en busca de guiñol (Aguilar), un libro con entrevistas acompañado por el vídeo del especial que Canal + emitió en octubre del pasado año. Los portavoces del Gobierno, Pío Cabanillas, y la oposición, Jesús Caldera, coincidieron en elogiar el programa, aunque dijeron que no se reconocen en sus caricaturas.
El libro es el segundo sobre el guiñol de Canal + que publica Aguilar, tras el gran éxito de ventas del primero. Las entrevistas del productor ejecutivo de Las noticias del guiñol, Sebastián Bernal, en torno a la relación de los personajes con su muñeco y a cuestiones como el sentido del humor se intercalan con los momentos más destacados de sus guiñoles. La lista incluye a Joaquín Almunia, Javier Arenas, Xabier Arzalluz, José María Aznar, Manuel Chaves, Francisco Frutos, Alberto Ruiz-Gallardón, Jesús Gil, Felipe González, Alfonso Guerra, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Boris Izaguirre, Jesulín de Ubrique, Jaime Mayor Oreja, Ana Obregón, Jordi Pujol, Mariano Rajoy, Rappel, Rodrigo Rato, Jorge Valdano y José Luis Zapatero.
Son 21 personajes de carne y hueso, sí, pero también de látex en el imaginario colectivo, lo que, en algunos casos, si no molesta por lo menos perturba. Eso se desprende de la lectura del libro, y eso admitieron ayer Pío Cabanillas (Pío Pío, el ángel de la guarda de Centroman Aznar) y Jesús Caldera (fiel escudero de Sosoman Zapatero) en un acto distendido y no exento de pullas.
Caldera alabó el 'trabajo admirable, el ingenio y la rapidez' del equipo de 40 personas que realiza el espacio, acusó a los responsables de manejar información privilegiada, admitió que sus compañeros de partido le felicitan más por sus intervenciones en el guiñol que por las de verdad, y exigió al portavoz del Gobierno que TVE-1 le saque más en los telediarios para que la gente pueda comparar entre el Caldera real y el de látex.
Cabanillas, que estaba en Canal + cuando se gestó el guiñol, reveló que fue Juan Cueto quien descubrió que el problema era que los personajes se acababan pareciendo mucho a sus muñecos. Luego, aceptó su 'maldad' -'la única tele que no está hoy aquí es La Primera, porque con tal de que no salgas tú no salgo yo', dijo-, y coincidió con su rival político en el elogio -'capta la esencia, nos delata y nos enseña a desmitificarnos'- y las molestias: 'Es muy frustrante pasarse el día saliendo en los medios y que la gente sólo me pregunte: '¿Pero te viste ayer en el guiñol'.
Antonio Martínez, director del espacio y autor del prólogo del libro, dio las gracias 'a todos todos por su tolerancia en salir ridiculizados', y especialmente a Celia Villalobos, a quien animó 'a seguir por ese camino'.
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