El Ejército sólo intervendrá en la lucha contra el terrorismo en apoyo de la policía, según Defensa

Las Fuerzas Armadas sólo intervendrían en la lucha contra el terrorismo en España 'a instancias del poder civil' y 'en apoyo a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad', según dijo ayer el secretario general de Política de Defensa, Javier Jiménez-Ugarte.

El alto cargo de Defensa, diplomático de carrera, aseguró que hay 'consenso absoluto' en la idea de que la responsabilidad en la lucha contra el terrorismo corresponde a los cuerpos policiales, pero 'también es cierto', agregó, 'que las Fuerzas Armadas están a disposición del poder político para cubrir cualquier necesidad que tenga que ver con la defensa de la libertad, la seguridad y el bienestar de los españoles'.

Los ataques terroristas del pasado 11 de septiembre van a suponer, vaticinó, que las Fuerzas Armadas asuman nuevas tareas 'de cara al exterior' y también que probablemente 'algún día puedan tener alguna [tarea] de cara al interior', pero siempre en un 'papel secundario'.

Jiménez-Ugarte dijo que, 'teniendo las ideas claras', esta asunto no debe provocar 'ninguna polémica', en alusión a las críticas que recibió el jefe de la cúpula militar, Antonio Moreno Barberá, por referirse a la participación de los militares en la lucha contra el terrorismo interior durante una reciente comparecencia en el Congreso.

Jiménez-Ugarte hizo estas declaraciones en la Escuela de Altos Estudios de la Defensa, tras una conferencia sobre el proceso de elaboración de la Revisión Estratégica de la Defensa, que debe fijar los riesgos y amenazas para la seguridad de Estaña; las misiones de las Fuerzas Armadas y los medios materiales y humanos necesarios para cumplirlas en un horizonte de 15 años.

Inicialmente, la revisión debía concluirse a finales del año próximo pero, por indicación del presidente José María Aznar, se ha acelerado para que esté lista en el primer semestre de 2002. Los atentados contra EE UU, agregó el secretario general de Defensa, no sólo han impuesto mayor premura, sino que han obligado a reexaminar lo ya realizado, al poner de nuevo en primer plano la tradicional función militar de la defensa del propio territorio.

Jiménez-Ugarte dividió en tres bloques las misiones de las Fuerzas Armadas españolas: la contribución a la paz y la estabilidad internacionales; la contribución, con otras instituciones del Estado, a la preservación de la seguridad y el bienestar de los ciudadanos y la necesidad de prevenir cualquier agresión y, si fuera necesario, responder a ella.

Es en ese segundo bloque en el que inscribió el 'apoyo' de los ejércitos a las fuerzas de seguridad del Estado en asuntos como la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y la inmigración ilegal 'Hay que poder contar con las Fuerzas Armadas para casos de emergencia, si se viesen desbordadas las fuerzas de seguridad del Estado' para mantener el orden público o los servicios mínimos esenciales, explicó.

La Revisión Estratégica culminará con una nueva ley de Criterios Básicos de la Defensa Nacional, que deberá regular, más allá de la dispersa y escasa legislación actual, las condiciones de participación de las Fuerzas Armadas en este tipo de misiones.