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'Ahora sí que es creíble nuestra alternativa'

Carlos E. Cué

Intenta disimular, porque Manuel Fraga ha renovado su mayoría absoluta y la cosa no está para descorchar champán, pero a Emilio Pérez Touriño (A Coruña, 53 años) se le nota a la legua que está encantado con los resultados del domingo. Su partido es el único que crece, y con ello espera derrotar dentro de cuatro años al sucesor de Fraga. Si es que lo hay.

Pregunta. ¿Qué panorama político queda en Galicia después de estas elecciones?

Respuesta. Bueno, el PP tiene la responsabilidad de seguir gobernando Galicia. Pero, sobre todo, lo más novedoso es que el PSOE reaparece en el centro de la vida política, como eje de la alternativa real de cambio. Hasta ahora, eso no estaba nada claro. Ahora sí que es creíble nuestra alternativa. El PSOE sale extraordinariamente reforzado.

'Galicia ha mejorado mucho con España y con Europa, y Fraga lo ha sabido aprovechar'

P. ¿Esperaban unos resultados peores?

R. Yo sabía que íbamos a crecer. Aunque hemos jugado contra las encuestas, contra la presión de los medios... Incluso a última hora el Gobierno ocultó los datos para dar la sensación de que bajábamos.

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P. ¿Es el comienzo del fin del PP?

R. Ahora todo vuelve a ser más normal. La situación era muy extraña tras la década de los noventa. Había un PP muy por encima de su apoyo real, y ahora baja. Y también el BNG estaba sobredimensionado, ocupando nuestro espacio como primer partido de la oposición.

P. Ustedes han tenido cuatro candidatos en cuatro elecciones, y usted ha tenido enfrentamientos con el alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez. ¿Los resultados implican que llegó la paz al PSOE?

R. Sé que había dudas. Pero yo he sentido un cariño y un apoyo que no se había sentido en este partido en muchos años. Aunque es evidente que los resultados refuerzan más si cabe mi liderazgo.

P. ¿Estos resultados refuerzan o debilitan a Zapatero?

R. El PP montó toda una estrategia para anunciar el principio del fin del efecto Zapatero. Y secuestró incluso los datos hasta el final para que la gente se fuera a la cama con esa idea. Pero es evidente que estas elecciones benefician a todo el PSOE.

P. Parecen ustedes contentos, pero les esperan otros cuatro años de mayoría absoluta de Fraga y de ser la tercera fuerza.

R. Hombre, tampoco tenemos una satisfacción desbordante. Las elecciones las ha ganado Fraga, pero somos el único partido que crece. Sobre todo en las ciudades. Tenemos una respuesta muy firme del voto urbano y joven. Y en sociología electoral, eso es tanto como decir que el futuro es nuestro. Iremos poco a poco.

P. ¿No les queda la decepción de pensar que la historia dirá que nadie logró derrotar a Fraga en las urnas gallegas?

R. Yo he dicho que nada me hacía más ilusión que eso. Porque creía y creo que su ciclo está agotado, que necesitábamos un cambio. Pero los ciudadanos han hablado, han decidido, y contra eso no podemos hacer nada.

P. ¿De quién es la culpa de que siga Fraga?

R. Hay que tener en cuenta varias cosas. Primero, la derecha, y eso es mérito de Fraga, concurre unida hace muchos años. En la izquierda somos hasta cuatro fuerzas políticas. Segundo, Galicia ha mejorado mucho con España y con Europa, y Fraga lo ha sabido aprovechar. Y luego está el voto rural, que tampoco ahora se ha movido casi nada, inmerso en una enorme red de clientelismo y caciquismo contra la que es muy difícil luchar. Por no hablar del control que hace de los medios de comunicación.

P. ¿Por qué los ciudadanos no han vislumbrado la alternativa?

R. El país estaba literalmente bloqueado. Entre una opción de derecha conservadora y lo que había enfrente, que era el nacionalismo. Es imposible que el BNG genere una confianza mayoritaria para su proyecto. Así que el drama estaba en el PSOE. Pero ahora los gallegos dicen que el camino del cambio pasa por nosotros.

P. Se ha cumplido lo que usted decía: si el PSOE no es segunda fuerza, Fraga repetirá su mayoría absoluta.

R. El sorpasso y la sorpresa estaban ligados. Si nosotros rompíamos fuerte, más allá de los 17, significaría el fin de Fraga. No ha sido así, pero hay que intentarlo en la próxima.

P. ¿Y la decepción por no ser la segunda fuerza?

R. Estamos ahí. Hay un empate virtual. Pero es que estábamos muy mal. Éramos una fuerza en descenso. No puedo decir que hemos ganado pero volvemos a ser la esperanza.

P. ¿Reconoce ahora que usted se presentaba pensando más bien en el 2005?

R. Hombre, lo han dicho los ciudadanos. Nos han pedido que nos preparemos para dentro de cuatro años.

P. Y ahora a esperar la sucesión de Fraga y de Beiras.

R. Eso no me compete. Les deseo lo mejor, pero a mí no me toca esperar. Yo tengo que construir la alternativa y aportar soluciones.

P. ¿Se hundirá el barco del PP cuando no esté Fraga?

R. No quiero entrar en eso a un día de las elecciones. Desde luego que no lo tienen fácil los del PP para hacer la sucesión. Pero espero que acierten.

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