Los socialistas exigen que Ramón Palacios aclare las cuentas

El PSOE va a exigir responsabilidades políticas al alcalde de La Carolina (Jaén), Ramón Palacios ( PP), después de conocerse la auditoría de la Cámara de Cuentas donde se revelan un buen número de 'incumplimientos legales' en la gestión de los recursos municipales financieros y de personal en el año 1997. 'El informe pone de manifiesto que Palacios utiliza el Ayuntamiento como si fuera su cortijo', dijo ayer el portavoz socialista, Javier Casino, quien anunció que su grupo ha pedido un pleno extraordinario para que el PP 'explique los hechos' al tiempo que no descartó la petición de una comisión de investigación sobre la gestión municipal a partir del año 1997.

La oposición socialista censura también el 'oscurantismo y falta de transparencia' por parte del gobierno local del PP en relación con la gestión del plan industrial financiado con fondos Miner, del Ministerio de Industria. 'No estamos en contra de esas ayudas, pero queremos que se le den también al resto de municipios de la comarca incluidos en el Plan de Industrialización de la N-IV', dijo la diputada Carmen Peñalver, de la ejecutiva provincial socialista, que adelantó que su grupo llevará este tema al Congreso y al Senado.

Sobre la política de personal, otro de los aspectos más censurados por la Cámara de Cuentas, Javier Casino indica que está marcada por el 'enchufismo' y 'el pago de favores' por parte del PP. El PSOE asegura que se han constatado hasta 224 contratos eventuales. Igualmente, en el capítulo de gastos corrientes los socialistas entienden que existe 'un descontrol total y absoluto del dinero público'.

Mientras el alcalde de La Carolina mantiene silencio sobre este asunto, el presidente provincial del PP, José Enrique Fernández de Moya, le ha mostrado su apoyo y ha asegurado que 'no se trata de un caso peculiar'. Cuando se quieren prestar muchos servicios a los ciudadanos de un ámbito cercano, según dijo, 'muchas veces, los reflejos contables no son los que debieran'. Los representantes socialistas calificaron de 'barbaridad' e 'imprudencia' estas declaraciones.