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Lucas crea en el Gobierno un 'lobby' a favor del presidente de Castilla y León

El ministro descalificó al entorno de su sucesor

Javier Casqueiro

El ministro de Presidencia, Juan José Lucas, ha montado en el Gobierno un grupo, formado por cuatro ministros y un secretario de Estado, para favorecer al actual presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y tender puentes con esa comunidad autónoma donde el PP disfruta de su mayoría absoluta más holgada. La sucesión de Lucas se arregló por decreto y dejó abiertas varias heridas. El ministro agravó el problema el pasado 14 de septiembre, en Ávila, al llamar 'imbéciles' a colaboradores de su sucesor, Juan Vicente Herrera, por intrigar supuestamente contra Lucas.

El 14 de septiembre se celebró en unos salones de Ávila una convención del PP de Castilla y León para pasar revista con el Gobierno regional al balance de gestión en mitad de la legislatura. Lucas, como presidente del PP en la comunidad, se dirigió al estrado. Delante de los otros tres ministros castellano-leoneses, de todo el Gobierno autonómico de su sucesor, Juan Vicente Herrera, y de decenas de parlamentarios y altos cargos populares, presumió del relevo ejemplar ejecutado cuando él se marchó. A ese discurso le puso la siguiente puntilla: 'Si no fuese por algunos imbéciles en el entorno del presidente que tratan de decir tonterías para buscar su sitio'.

La frase derivó lógicamente en múltiples conjeturas. La mayoría de los presentes le puso nombre, apellidos y cara al objetivo del malestar de Lucas. Todas las papeletas se las llevó Tomás Villanueva, ahora consejero de Presidencia y vicepresidente con Lucas, al que en su día se consideró con las mayores opciones para relevarle.

El ministro de la Presidencia niega ahora esas especulaciones y lamenta el sentido que algunos le han dado. Sin embargo, no tuvo más remedio que conversar en los días siguientes con Herrera y Villanueva para explicarles sus alusiones. Y desde entonces, hace más de un mes, ha dejado de visitar oficialmente su comunidad para evitar nuevos equívocos. Sostiene que alguien le calentó la cabeza antes de entrar en la convención al acusar a una asesora de Villanueva de estar descalificando su gestión de más de 10 años al frente de la Junta.

Partidarios y detractores de Juan Vicente Herrera aceptan, por su parte, que el perfil del nuevo presidente, menos político y populista que el de Lucas, no le ayuda demasiado a emerger por su cuenta. Y menos aún si se encuentra emparedado por la impronta del presidente del partido, al que él pidió que siguiese como presidente del grupo parlamentario sin disponer ya de acta de procurador, y por la sombra de la mano derecha de Lucas, Jesús Merino, que le cedió la secretaría general del PP pero se quedó con el puesto de coordinador regional.

Lucas y Merino rechazaron, en declaraciones a este periódico, tener ninguna intención de controlar desde sus nuevas funciones el poder de Herrera. Es más, ambos se ofrecieron para abandonar sus puestos en el congreso previsto para el próximo otoño y que Herrera asuma todo el liderazgo.

Eso sí, Merino justificó que Herrera se haya quedado con prácticamente todo el gobierno de Lucas -sólo cambió a dos consejeros- porque éste ganó las últimas elecciones con siete diputados por encima de la mayoría absoluta. Lucas comentó, en ese sentido, que Herrera 'tomó posesión a mitad de legislatura y todavía tiene que enriquecerse más para conocer todos los problemas de las transferencias'.

El ministro ha ofrecido a Herrera su máxima colaboración desde Madrid. Ha creado un grupo de trabajo, formado por los cuatro miembros del Gabinete de Aznar naturales de Castilla y León, él mismo, Ángel Acebes, Jesús Posada y Juan Carlos Aparicio, al que ha intregado al secretario de Estado de Economía, José Folgado, y al citado Jesús Merino.

Hace tres semanas los reunió a todos con su sucesor, Herrera, el propio Villanueva y otros dos consejeros más en un restaurante de Madrid. Sostiene que es normal que, como ex presidente de esa comunidad y ahora ministro, pueda ofrecer a Herrera un 'puente institucional' o 'cordón umbilical' con el Gobierno del que él no disfrutó. Este grupo tiene prevista una nueva cita esta misma semana, organizada por Posada, quien opinó que las reuniones podrían implicar a secretarios de Estado y extenderse o otras comunidades.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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