Las universidades valencianas cierran el periodo de matrícula con 1.714 plazas vacantes

La crisis que se viene anunciando desde hace unos años se confirma en las universidades valencianas: al cierre del periodo de inscripción y matriculación para el curso 2001-2002, y una vez superado el proceso de selectividad de septiembre, han quedado vacantes un total de 1.714 plazas en el conjunto de las cinco universidades valencianas. Un número que equivale casi al 5% del total de plazas ofertadas -que se sitúa en torno a las 32.000-, un porcentaje que preocupa en medios universitarios. Así, especialidades que históricamente eran de difícil acceso han quedado sin cubrir.

El desajuste entre la oferta de titulaciones y la demanda real existente en el sistema universitario valenciano, que se reveló por primera vez en septiembre del año pasado al quedar vacías unas 3.000 plazas -casi el 10% de las 32.245 ofertadas-, no ha hecho mella en la planificación del curso 2001-2002, de manera que la oferta vuelve a ser superior a la demanda en el conjunto de las cinco universidades del País Valenciano. Y eso a pesar de que se ha reducido la oferta, bien es cierto que en un mínimo porcentaje, al pasar a 32.030 plazas.

Así, especialidades a las que históricamente resultaba muy difícil acceder tienen plazas vacantes para el curso que ahora comienza. La situación deviene preocupante si se añade el dato de que en un total de 12 titulaciones este año se ha decidido no establecer límites de inscripción debido a que en los últimos ejercicios académicos ya habían sobrado plazas. Estos datos corroboran la llegada de la crisis que se anunciaba desde hace algunos años en el conjunto del sistema universitario español y vienen a dar la razón a aquellos que, por ejemplo, cuestionaron la puesta en marcha de la Universidad Miguel Hernández de Elche.

En noviembre del año 2000, el Consejo de Universidades reconoció en Murcia frente a todos los rectores que el sistema universitario español había dejado un saldo de 30.000 plazas vacías y que la caída de matrícula puede ser del 25% en el 2010. El ministerio atribuyó el dato al descenso demográfico y obvió que la caída de matrícula se producía tras cinco años de gestión del Partido Popular, periodo en el que se han autorizado 14 universidades nuevas (12 de ellas privadas) que crecen a un ritmo del 12%, según las cifras ofrecidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El descenso se debe, según fuentes universitarias, al estado crítico de ciertas titulaciones, que ya no resultan atractivas a los jóvenes, ni tienen salida laboral; a la duplicidad de títulos en universidades que conviven en la misma provincia o ciudad; y al fracaso de la adscripción de centros privados a universidades públicas, además de a la creación de una quinta universidad en Elche. Estos factores, sin despreciar el descenso de la natalidad, explican el estado actual del sistema universitario valenciano y, en general, del español.

Después de la celebración de las pruebas de selectividad del mes de septiembre, en las que se repesca a aquellos aspirantes a universitarios que no lograron superarlas en la convocatoria de junio o a los que no se pudieron presentar entonces al no haber concluido los estudios previos, y una vez cerrado el proceso de inscripción y matriculación, en el conjunto de las universidades valencianas han quedado vacantes 1.714 plazas. De éstas, 495 corresponden a la Universidad de Valencia; 434 han quedado sin cubrir en la de Alicante; 386 en la Miguel Hernández; 243 en la Jaume I; y 156 en la Universidad Politécnica de Valencia.

En algunos casos, la demanda no ha llegado a cubrir ni el 50% de las plazas ofertadas. Es el caso de la diplomatura de Estadística de la Universidad Miguel Hernández de Elche, en la que han quedado vacantes 33 plazas, de una oferta total de 50. En esta misma universidad han quedado vacantes 49 plazas en la especialidad de Ingeniería Industrial y 52 en la de Agrónomos. Mientras, en la Universidad de Alicante han quedado sin cubrir 145 plazas en Derecho y 107 en Económicas, dos especialidades a las que tradicionalmente ha sido difícil acceder por falta de plazas. En otras especialidades el número de plazas que han quedado sin cubrir es inferior.

Por su parte, la Universidad Jaume I de Castellón registra menor número de vacantes. La institución castellonense hace una clara apuesta por consolidar una oferta muy orientada hacia las carreras tecnológicas compenetradas con su sector industrial, e imprime racionalidad a las áreas de humanidades y ciencias jurídicas y económicas, de manera que, una vez cerrado el periodo de matriculación, han quedado sin cubrir 64 plazas en la Facultad de Derecho y 59 en la diplomatura de Relaciones Laborales.

Las vacantes más destacadas en la Universidad de Valencia son las 136 que registra la especialidad de Historia, las 137 -de un total de 200- que arroja la de Filología Catalana, y las 33 de Matemáticas.

Mientras, en la Universidad Politécnica de Valencia, la única en la que, prácticamente, la oferta y la demanda de plazas tienen una compatibilidad superior al 98%, destaca el hecho de que por primera vez se registran vacantes en el campus de Alcoy.