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Piqué asegura que los atentados han agotado cualquier debate sobre el terrorismo

Las fundaciones FRIDE y Gorbachov inauguran un foro sobre transiciones democráticas

Los brutales atentados del pasado 11 de septiembre en Nueva York y Washington no sólo obligan a reforzar la coordinación entre las policías, las justicias, los ejércitos, los servicios de información y financieros del mundo, sino que imponen una 'revisión' en el plano de los principios por el que la 'corrección política' se vuelve inseparable de 'la beligerancia contra el terrorismo'. Así lo afirmó ayer el ministro español de Exteriores, Josep Piqué, al inaugurar la Conferencia sobre Transición y Consolidación Democráticas organizada en Madrid por las fundaciones FRIDE y Gorbachov.

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Un diálogo casi inédito entre políticos y académicos

Un centenar de expertos procedentes de una treintena de países debaten este fin de semana ocho temas relacionados con el título de la conferencia en otras tantas mesas redondas para redactar unas conclusiones que el fin de semana próximo serán expuestas y discutidas con unos cuarenta jefes y ex jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Madrid. Destacan entre éstos el estadounidense Bill Clinton, el ruso Mijaíl Gorbachov, el portugués Mario Soares, el mexicano Ernesto Zedillo, el chileno Eduardo Frei, el colombiano César Gaviria y el español Felipe González.

Piqué dio perspectiva en su discurso inaugural a los conceptos de democracia y terrorismo. 'El crecimiento de la democracia sigue siendo un proceso imparable', afirmó, y también indispensable, ya que sin democracia 'no será posible superar los problemas universales ni las disparidades de todo tipo derivadas de la globalización'.

'Hoy, la escasez de recursos, la ignorancia, las enfermedades, las pugnas éticas o religiosas, el déficit democrático y las violaciones de los derechos humanos están presentes en el origen de todas las tensiones locales y también en las consecuencias de esas tensiones: terrorismo, crimen organizado, tráfico de armas, drogas, emigración ilegal', reconoció el ministro, que se apresuró a añadir que esas conexiones circunstanciales no implican que se pueda justificar ninguno de esos fenómenos negativos. 'El terrorismo se nutre del odio y se forja en la manipulación de reivindicaciones e injusticias, reales o ficticias, para obtener determinados fines mediante la violencia organizada'.

Expertos internacionalesNo obstante, la intervención de Piqué ante los expertos internacionales tuvo un tono social más abierto que los discursos políticos que ha pronunciado al hilo de la crisis, centrados en el objetivo de vencer al terrorismo. Si ayer dijo que 'será necesario revisar los estándares de la denominada corrección política y hacer que el respeto de los derechos humanos y la actitud beligerante contra el terrorismo se conviertan en la nueva unidad de medida de las relaciones internacionales', también afirmó que es precisos actuar 'no sólo mediante una exigencia más estricta de de mayores ámbitos de tolerancia y libertad, sino también mediante un combate más solidario contra la pobreza y la ignorancia, y más frontal y decidido contra la intolerancia y el fanatismo'.

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En el contexto concreto de la transición española, el terrorismo, que para Piqué 'es la nueva forma de barbarie' y 'la amenaza más real e inmediata a los principios, valores y normas en que se basan nuestro sistemas democráticos', fue la gran dificultad del proceso, íntimamente ligada a la persistencia de sectores golpistas en el Ejército que utilizaban los atentados como argumento, según señaló.

Piqué insistió en la peculiaridad de la transición española, que 'estaba condenada al éxito de antemano: un régimen anterior agotado, una sociedad moderada y madura deseosa de iniciar un nuevo rumbo, una clase política joven, una Administración pública eficiente...', elementos sobre los que intervino 'la gran originalidad de la transición española, la de haber sabido avanzar en una estrecha franja entre la reforma y la ruptura'.

Pero el proceso español guarda una enseñanza de aplicación universal: 'Que el camino hacia la democracia pasa por la reconciliación, la moderación, el civismo, el consenso y la coherencia entre los anhelos de libertad de la sociedad y los de sus líderes políticos'.

Diego Hidalgo, presidente de la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE), coincidió con Piqué en que 'a largo plazo, la democracia es el mejor medio para prevenir el terrorismo'. Trazó, en cambio, un panorama menos optimista sobre la extensión de la democracia en el mundo que, dijo, conoció 'una ola de profudización' en los setenta y ochenta, desde la Revolución de los Claveles hasta la caída del muro de Berlín, para registrar a partir de ahí un deterioro. La preocupación por esa evolución explica, precisamente, la iniciativa de celebrar esta conferencia en Madrid.

George Matthews, presidente de la Fundación Gorbachov en Estados Unidos, y copatrocinador del evento, destacó que, pese a 'la rabia, la ira y el poco de miedo' desatado por los atentados del 11 de septiembre, se decidió mantener esta conferencia de Madrid con el objetivo de 'extender las libertades y la democracia a cuantos no las tienen'.

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