Tarde de toros en Vallecas

Quiso el socialista Adolfo Navarro llevar la tarde a toros. Se estrenaba el nuevo consejero de Educación, Carlos Mayor Oreja, con una sesión de preguntas en la Asamblea que parecía, talmente, monográfica: a él precisamente le iban dirigidas cuatro preguntas y dos interpelaciones. Y Navarro le animó, con lenguaje taurino, a entrarle a un toro que calificó de 'noble y fácil'. 'Éntrele', le decía, 'que el bicho tiene faena'.

Pero no. El consejero no hizo faena. Las cosas como son. Le preguntaba Navarro por la instrucción sobre enseñanza religiosa en formación profesional y que su antecesor, Gustavo Villapalos, había achacado siempre a error mecanográfico. Pero resulta que no. El nuevo titular demostró que no era un error y que no sólo no lo rectificaba, sino que lo mantenía. No haría cambios. Escribió el poeta vallisoletano José Luis Gallego: 'Lo que se debe hacer es siempre duro. / Y lo que se quisiera, algo cobarde'.

La sesión de preguntas la salvaron, en comandita, un gorrión que -no sabía el pobre dónde se metía- se coló en el salón de plenos y el debate entre la consejera de las Artes, Alicia Moreno, y el socialista Antonio Chazarra. El parlamentario del PSOE, con sus preguntas socarronas y sus buenas formas, da siempre una lección de buen hacer parlamentario. Y la consejera encaja, sin deshacerse la melena y con evidente afecto, sus regañinas.

Ayer, Chazarra se trajo unos versos de José Hierro para reprocharle que, a cada cosa que le plantea, la consejera conteste con 'flores amarillas'. Bonitas, pero que nada tienen que ver con la pregunta. Para no herir, terminó ofreciéndole, como es habitual, un cantecito: 'Hoy le cantaría un fandango caracolero, de Manolo Caracol. Porque, señora consejera, es que lo de la cultura en Madrid tiene caracoles'.

Después de eso, ¿qué iba a decir la consejera? Pues lo que dijo: 'Gracias, señor Chazarra'. Y reírse. A ver. El pájaro, por cierto, más paciente y responsable que algunos diputados, se tragó todo el pleno.