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Polémicas obras en la víspera electoral

Creada hace más de una década, Egmasa es una empresa pública de la Junta de Andalucía, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente. En síntesis, el PP denuncia que en vísperas de las elecciones autonómicas de marzo de 2000, concretamente en las navidades anteriores, Egmasa (Empresa de Gestión Medioambiental) emprendió una campaña de mejora de centenares de institutos andaluces, centros sanitarios y de atención social sin que fuera necesario en muchos casos.

El secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, divide la denuncia en tres partes, en lo que ha denominado 'un escándalo político y financiero'. Primero, que las obras eran innecesarias en muchos centros y que fue una 'operación de blanqueo de imagen' de la Junta de cara a los comicios autonómicos.

Segundo, que el coste aproximado de estas obras ascendió a 5.000 millones de pesetas, con un 'sobrecoste' de 2.500 millones de pesetas (sin dar pruebas, sólo estimaciones). Y tercero, que Egmasa se ha desviado de su objeto social al hacer estas mejoras. Este asunto se ha tratado ya varias veces en el Parlamento andaluz, pero el PP exige que se forme una comisión de investigación.

Egmasa hizo estas obras de mejora en unos 800 centros de las consejerías de Salud, Asuntos Sociales y Educación, principalmente en institutos de enseñanza secundaria, dentro del programa Aula 2000. 'Para aplicar la Logse era necesaria la mejora en la mayoría de los centros', han asegurado fuentes de Medio Ambiente, que destacan que la mayoría de las obras costaron entre cinco y diez millones de pesetas.

¿Por qué Egmasa? La implantación de Egmasa en toda Andalucía, su capacidad logística y el conocimiento de las tareas a desarrollar fueron las claves para que la empresa fuese elegida para estas tareas. Fuentes del Gobierno andaluz apuntan que era preciso hacer todas las obras casi a la vez y en un periodo reducido de tiempo, algo que sólo podía hacer una gran empresa.

En el caso de los institutos, las obras se hicieron durante unas vacaciones escolares, en este caso las navidades de finales de 1999 y principios de 2000. Medio Ambiente reconoce que ha habido quejas de algunos directores de instituto, aunque minimiza su relevancia dentro del número de obras de mejora que se hicieron (más de 500).

Las obras realizadas para las tres consejerías abarcan la pavimentación de exteriores, arreglo de verjas y accesos, pintura exterior e interior de edificios, iluminación, sustitución de mobiliario y sustitución de elementos como cañerías, lavabos y sanitarios. Estas obras están incluidas en la tipología de obra civil e instalaciones, clasificación que tiene Egmasa y que consta en la Junta de Clasificaciones del Ministerio de Economía.

Fuentes de la Junta subrayan que un decreto aprobado por el Consejo de Gobierno en 1998 adaptó el objeto social de Egmasa a los requisitos del Registro Mercantil y del Registro de empresas contratistas de la administración pública.

'El PP puede entender que no es correcto que Egmasa haga este tipo de obras, pero es legal', afirman fuentes de la Junta, que añaden que el objeto social de la empresa se amplió, precisamente, porque empezó a tener 'nuevos mercados'. No obstante, estas fuentes reconocen que esta empresa debe estar 'más especializada en asuntos medioambientales'.

Acerca del sobrecoste, la Junta destaca que Egmasa es auditada permanentemente (por auditorías externas y por la Intervención General de la Junta) y que no se ha revelado ninguna anomalía. Además, la Cámara de Cuentas está haciendo una 'fiscalización integral' de Egmasa, informe que estará concluido a finales de año. Además, como empresa pública, está obligada a un cierre contable cada seis meses.

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