La Acadèmia quiere que se corrija el decreto que excluye a autores catalanes

La segunda sesión plenaria de la Acadèmia Valencia de la Llengua (AVL) fue un ejercicio por momentos 'maquiavélico', apuntó un académico, destinado a proporcionar una imagen de máximo consenso y unanimidad. Se logró y para ello se aprobó una declaración en virtud de la cual el pleno de la Acadèmia 'propone a la Consejería [de Educación] reconsiderar los aspectos más controvertidos' del decreto de mínimos de Secundaria y Bachillerato que en la asignatura de Valencià. Llengua i Literatura no incluía el estudio de ningún escritor catalán o balear.

El texto consensuado y que ayer fue leído, aunque no íntegramente, por la presidenta de la Acadèmia, Ascensión Figueres, al término de la sesión, recoge la propuesta de que Educación reconsidere los puntos más conflictivos 'concretamente, los componentes pedagógicos y los contenidos de las diversas asignaturas de Valencià. Llengua i Literatura con el fin de que guarden, en cuanto a calidad literaria y ámbito de la lengua (de acuerdo con el artículo 4 de la Ley de Creación de la AVL), los mismos criterios adoptados para las asignaturas de Castellano. Lengua y Literatura'.

Criterios que han llevado a incluir, como es preceptivo, en el proyecto de decreto del estudio de la literatura castellana a autores hispanoamericanos. Así, se recomienda implícitamente la inclusión de los autores no nacidos en los límites de la Comunidad Valenciana. El lenguaje, eufemístico o elíptico -'más propio de la diplomacia vaticana', como apostillaba un académico- es el mismo que el empleado por el Consell Valencià de Cultura para redactar el artículo relativo a la unidad lingüística de los diferentes dialectos del catalán. Artículo al que, concretamente, se refiere el texto.

Previamente, la declaración de la AVL quiere dejar bien claro que 'las competencias específicas en los diseños curriculares de la enseñanza obligatoria corresponden a la Consejería de Cultura y Educación', pero que el pleno de la Acadèmia considera que es competente 'para pronunciarse sobre el fondo de la cuestión'. También subraya el texto que la AVL 'reconoce y agradece los esfuerzos de la Consejería de Educación para conceder en el mencionado proyecto de decreto una atención especial a autores valencianos y a periodos de nuestra historia literaria hasta ahora menospreciados'.

Por último, la declaración de la AVL, con la voluntad de conseguir el mejor clima de consenso entre los sectores implicados, 'solicita al Gobierno de la Generalitat Valenciana que, sin menoscabo de las competencias que le otorga el ordenamiento legal, tenga a bien tomar en consideración los criterios puntuales a la hora de hacer definitivamente efectivo el decreto de referencia'.

Al término de la sesión, un académico puso el acento en que algunos miembros de la AVL, próximos al secesionismo lingüístico, habían insistido en que si se aprobaba por unanimidad el texto del decreto, cuya incorporación en el orden del día fue propuesta por los miembros del Institut Interuniversitari de Filologia Valenciana (IIFV), el pleno debería responder de la misma manera ante iniciativas surgidas desde sus postulados. 'Se han de superar los criterios confrontacionales y la sesión de hoy es una prueba de ello', señalaba, por otra parte, un académico.

La declaración también supone una rectificación de las primeras declaraciones de la presidenta de la AVL, Ascensión Figueres, sobre la polémica del decreto. Entonces dijo y ayer por la mañana repitió que la institución no es competente en la materia. Antoni Ferrando, por su parte, señaló que como miembro del IIFV la declaración era insuficiente, pero que como académico y ciudadano la aprobaba.

El pleno, que se prolongó durante cuatro horas, aprobó también remitir al Consell un anteproyecto de presupuesto de la AVL de 540 millones de pesetas para el 2002, cantidad en la se incluyen las obras de habilitación de un ala diáfana de la Biblioteca Valenciana como sede provisional, aunque duradera, de la institución. También se aprobó la creación de una comisión encargada de redactar el reglamento que estipulará las remuneraciones de los académicos. A este respecto, Figueres manifestó que aún no se ha tomado una determinación, pero que se distinguirá entre los que soliciten trabajar con exclusividad como académicos y los que no. Además, el pleno aprobó por unanimidad y a propuesta de la Diputación de Alicante la concesión de la medalla póstuma a Enric Valor.